Los analistas valoran este lunes el triunfo esperado de la coalición de derechas en Italia, formada por Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni; La Liga, de Matteo Salvini; y Forza Italia, de Silvio Berlusconi. Aunque es un resultado electoral previsto por los sondeos, la realidad es que no gusta a los expertos, que anticipan más problemas para la Unión Europea (UE).
"La mayor preocupación para los inversores con respecto a Meloni es si el nuevo gobierno italiano de extrema derecha se desviará de las reformas que Draghi puso en marcha, lo que en realidad ayudó a Italia a tener a la Unión Europea (UE) de su lado, dado que Draghi sabía bien cómo bailar con el resto de Europa. No ocurre lo mismo con Meloni", advierte Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote Bank.
Giorgia Meloni, que representa a la extrema derecha y que será la próxima primera ministra italiana, ha obtenido una clara mayoría en Italia en las elecciones de este domingo, con Hermanos de Italia logrando más del 25% de los votos, frente a solo el 4,4% de 2018. Y la alianza de la derecha de Meloni con la Liga de Salvini y Forza Italia de Berlusconi ha logrado alrededor del 43% de los votos.
"Esta es la terrible consecuencia de la pandemia, la guerra y la crisis energética", añade Ozkardeskaya.
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El euro se ha hundido esta mañana hasta los 0,9550 dólares y los expertos advierten de que seguirá bajo presión debido a los rendimientos de los bonos italianos. "El mayor diferencial de rendimiento entre los bonos italianos y alemanes probablemente seguirá presionando al euro a la baja", avisan desde Swissquote Bank.
La consecuencia de todo esto es que el Banco Central Europeo (BCE) debería ser aún más agresivo en su política de tipos para detener el desmoronamiento del euro, concluyen.
ATENTOS AL MINISTERIO DE FINANZAS
Los economistas de Danske Bank hablan de un resultado electoral en línea con los sondeos e indican que ahora el foco está en la composición del nuevo gobierno -especialmente en el crucial Ministerio de Economía-, que no se espera que entre en funcionamiento al menos hasta finales de octubre.
"Un ministro de finanzas tecnócrata ayudaría a calmar los temores del mercado sobre la expansión fiscal, al igual que las garantías de que el nuevo gobierno seguirá respetando las normas fiscales de la UE", comentan desde el banco danés.
Sin embargo, reconocen que le espera un "difícil acto de equilibrio", justo cuando Italia se adentra en la crucial temporada presupuestaria de 2023, con una economía en desaceleración y unas peticiones de apoyo adicional para los hogares y las empresas cada vez más fuertes.
"Cualquier intento de grandes revisiones de los planes de recuperación y resistencia de Italia y de las reformas estructurales que los acompañan será considerado negativo por el mercado, ya que podría poner en peligro la continuación de los desembolsos de los fondos NGEU y cualquier futura activación del programa TPI del BCE", añaden.
