La inflación de la zona euro no encuentra freno y escala hasta el 9,1% en agosto, según el dato preliminar adelantado por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. La cifra supone un incremento frente a julio, cuando el Índice de Precios de Consumo (IPC) se colocó ya el máximo histórico del 8,9%. Esto mete aún más presión al Banco Central Europeo (BCE).
El dato preliminar de agosto, de confirmarse, supondría el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica. Además, superaría en más de cuatro veces la meta del BCE del 2%.
Por componentes, se espera que la energía registre la tasa anual más alta en agosto, del 38,3%, pese a que se modera frente al 39,6 % de julio. Por detrás se colocarían los alimentos, alcohol y tabaco, cuyos precios crecen un 10,6%, frente al 9,8% de julio. Por su parte, los bienes industriales no energéticos se encarecen un 5%, en comparación con el 4,5% de julio, y los servicios, que suben un 3,8%, frente al 3,7% de julio.
"Dado el último aumento en los precios del gas, creemos que la inflación de la energía subirá más de lo esperado, se extenderá a los componentes no energéticos y reducirá aún más los ingresos reales. Por lo tanto, esperamos que la inflación se mantenga alta en el corto plazo, antes de que se enfríe gradualmente gracias a la normalización de los precios de la energía y la caída de la demanda. Una mayor inflación pesará aún más sobre la demanda, arrastrando el crecimiento y empujando a la eurozona a la recesión este invierno", comentan en Oxford Economics.
La tasa de inflación subyacente ha escalado a un récord del 4,3%, tres décimas más que en julio, mientras que excluyendo del cálculo el impacto de la energía, la inflación interanual se coloca en el 5,8%, frente al 5,4% del mes previo. "De cara al futuro, creemos que la inflación subyacente se mantendrá elevada en septiembre y octubre, antes de disminuir un poco hacia finales de año", estiman en Pantheon Macroeconomics, que calculan que la inflación subyacente finalizará el año ligeramente por debajo del 4%, "lo que mantendrá al BCE alerta". Eso sí, ven "un claro riesgo de que la inflación general alcance el 10% en septiembre".
Por países, Francia (6,5%), Malta (7,1%) y Finlandia (7,6%) registraron los incrementos de precios con menor intensidad. Al contrario que Estonia (25,2%), Lituania (21,1%) y Letonia (20,8%), que sufren las mayores subidas de precios. Destaca que, de los países de la eurozona, hasta nueve de ellos registran tasas de inflación de doble dígito.
A falta de unos días para la próxima reunión del Consejo de Gobierno del BCE, el último dato de inflación puede dar más motivos aún a las voces que apuestan por un movimiento más contundente del organismo. Tras dar la sorpresa el pasado 21 de julio, cuando anunció una subida de tipos de interés de 50 puntos básicos, mayor a la esperada, ahora la reunión del próximo 8 de septiembre puede ir más allá. "Los datos llevan al BCE al límite y ahora es el momento de actuar y no hablar, de lo contrario la inflación, que ya está fuera de control, creará más daños", dice Naeem Aslam, director de análisis de AvaTrade.
Los mercados se mueven entre dos posibilidades: que repita el mismo movimiento o que el organismo europeo sea más agresivo y apruebe una subida de 75 puntos básicos. Después vendrán, según las previsiones, subidas de 50 puntos en octubre y 25 puntos en diciembre, "dado un pico de inflación más alto impulsado por los precios de la energía". Y puede seguir otro movimiento de 25 puntos básicos en febrero. "Anticipamos que la eurozona caerá en recesión y las señales de una disminución de la inflación subyacente y el debilitamiento de los mercados laborales comienzan a ser más evidentes", añaden los analistas de Oxford Economics.