En un contexto marcado por mayores costes financieros y una tendencia de contracción de crédito, la economía española se ha mostrado más resiliente que sus pares europeos. Por ello, los estrategas de Mapfre Economics han mejorado sus previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para el conjunto del año en tres décimas, del 2,2% al 2,5%, aunque ha empeorado en seis las de 2024, al pasar del 1,9% al 1,3%.
Así se despreden del último informe "Panorama económico y sectorial 2023: perspectivas hacia el cuarto trimestre", publicado por el Servicio de Estudios y editado por Fundación Mapfre.
En él se explica que la mayor ralentización de la economía en los próximos trimestres viene justificada por tres factores principales. Por un lado, el repunte del euríbor, que irá quitando renta disponible a las familias que tienen hipotecas, mientras que los alquileres también se han elevado gracias a que la capacidad de pago de hipotecas se está reduciendo y hay una mayor demanda en el mercado de alquiler.
"Asimismo, se espera una desaceleración de las exportaciones a raíz de la desaceleración en los mercados de destino y una moderación del turismo. Y, a su vez, prevé un repunte de la inflación como consecuencia de la subida del petróleo de los últimos meses", indican en Mapfre Economics.
En términos globales, la dicotomía entre actividad económica y precios con la que comenzó el ciclo de endurecimiento monetario global ha pasado a presentar una situación más equilibrada entre ambas variables, aunque sujeta a un entorno cada vez más desafiante y tensionado por el lado de la geopolítica, en concreto, por el riesgo de un obstáculo adicional con el repunte de los precios de la energía ante el actual conflicto de Oriente Medio.
Ante este escenario, los analistas de la entidad han revisado al alza su previsión de crecimiento para la economía global en dos décimas en 2023, hasta el 2,9%, y la han rebajado en una décima en 2024, hasta el 2,2%.
Respecto a la inflación, los cambios son más pronunciados, dejando una inflación media más benigna en 2023 (del 6,6% frente al 7,0% del informe del trimestre anterior), aunque seguida de una senda de mayor persistencia en 2024 (6,1% frente al 4,9% previa).
"El pronóstico sigue ofreciendo una dinámica estanflacionaria, con un crecimiento que se reduce, una política monetaria sosteniendo el tensionamiento de las condiciones financieras y una inflación afrontando una etapa de moderación más prolongada y sostenible, aunque todavía lejos de los niveles objetivo", ha señalado Manuel Aguilera, director general de Mapfre Economics.
Todo ello, ante la incertidumbre, persistente o transitoria, de una geopolítica que ensombrece los resultados de los posibles escenarios. Esto está provocando que la economía de Estados Unidos, en 2023, esté presentado un desempeño mejor de lo esperado. Y de ahí que Mapfre Economics haya revisado al alza sus previsiones y se sitúen ahora en un crecimiento del 2,3% en 2023, y del 0,6% en 2024, "eventualmente consiguiendo el muy deseado, pero no obvio, aterrizaje suave".
En cambio, en la Eurozona los indicadores adelantados apuntan a un enfriamiento de los niveles de actividad económica, especialmente en la industria y el Servicio de Estudios prevé un crecimiento del 0,5% para 2023 y del 0,7% la de 2024 (una y tres décimas menos que la anterior estimación, respectivamente).
"Se observan brechas evidentes principalmente dentro del grupo de economías desarrolladas, con Estados Unidos liderando los avances en detrimento de Unión Europea que ve arraigadas sus debilidades, pero también en los mercados emergentes dada tanto la debilidad de China, que no termina de apuntalar una recuperación convincente, como las vulnerabilidades latentes en ciertos países principalmente de Latinoamérica y de la región de Europa, Medio Oriente y África", concluye Aguilera.