El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha dirigido al Arco de Triunfo parisino nada más llegar de la cumbre del G20 en Argentina para evaluar los daños provocados en el monumento tras una noche en que cientos de manifestantes violentos saquearon y desfiguraron este famoso monumento. Ante esta situación, el mandatario galo no descarta declarar el estado de emergencia.
Macron ha convocado a su Gobierno este domingo para una reunión con carácter urgente tras el estallido de violencia el sábado en París durante la protesta de los 'chalecos amarillos' y no descarta decretar el estado de emergencia, según el portavoz del Gabinete, Benjamin Griveaux.
Las imágenes de televisión mostraron el interior del monumento saqueado con una estatua de Marianne, un símbolo de la república francesa, destrozada, y el graffiti extendido en el exterior, desde lemas anticapitalistas hasta demandas sociales, según France 24.
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Más de 160 detenidos en las protestas de los 'chalecos amarillos' en ParísAproximadamente 75.000 manifestantes salieron a las calles este sábado a varias ciudades de Francia para manifestarse en contra del aumento de los impuestos a los hidrocarburos y, también, para protestar por la subida del coste de la vida.
Asimismo, un conductor ha muerto en una de las carreteras que habían sido bloqueadas tras chocar bruscamente contra un camión durante un importante atasco.
Pero las manifestaciones desembocaron en una serie de choques incesantes con las autoridades y generaron graves destrozos en París, donde más de 5.500 personas se manifestaron en los Campos Elíseos y se arremolinaron en el Arco del Triunfo. Las protestas ya son consideradas las más violentas de los últimos diez años.
Algunos de los protestantes incendiaron automóviles, rompieron vitrinas, saquearon tiendas y pintaron con aerosol el Arco del Triunfo. La policía antidisturbios respondió con chorros de agua y gases lacrimógenos.
La policía dijo que había arrestado a más de 400 personas en París el sábado y que 133 habían resultado heridas. Se dispararon unos 10.000 botes de gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento, así como también cañones de agua, mientras las fuerzas de seguridad luchaban por el control.