La hecatombe vivida en Argentina la pasada semana y que ha puesto la cabeza del presidente del país, Mauricio Macri, en la picota, que no podrá optar a la reelección, según fuentes consultadas por ‘Bolsamanía’, ha desembocado en una profunda reestructuración ministerial. Según varios medios argentinos, la mitad de carteras serán absorbidas por otras en un recorte sin precedentes de 10 ministerios.
En el marco de estos ajustes que se anunciarán el lunes, el jefe del Gabinete de Ministros, Marcos Peña, a quien se había rumoreado que Macri dejaría caer en medio de esta crisis, mantendrá el cargo, tal y como apuntan algunos medios, si no hay cambios de última hora. Pero los vicejefes de este organismo (Gustavo Lopetegui y Mario Quintana) no correrán la misma suerte.
La remodelación forma parte de las medidas acordadas durante las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr el avance solicitado la semana pasada del rescate pactado en junio, de 50.000 millones de dólares, y cuya petición “ahuyentó a los inversores, destruyó su confianza en el país y disparó las ventas en el peso”, según analistas de Rabobank. La moneda argentina alcanzó un mínimo por encima de 41 pesos por dólar el 30 de agosto, desde donde recortó su declive al cierre semanal hasta los 37,00 pesos por dólar. La devaluación de la moneda este año es prácticamente del 100%.
La subida de emergencia de tasas de interés al 60%, desde el 45% anterior, tuvo escaso efecto en la estabilidad del país que sólo se recuperó moderadamente cuando el FMI aseguró que el país contaba “con su pleno respaldo”, según dijo el viernes Gerry Rice, portavoz y director de Comunicaciones del Fondo. Su directora gerente, Christine Lagarde, tiene previsto reunirse el próximo martes con el ministro de Finanzas del país austral, Nicolás Dujovne, para analizar la reciente evolución de los mercados y el brutal desplome del peso.
"Nuestro objetivo es concluir rápidamente estas conversaciones y presentar el plan económico revisado al Directorio Ejecutivo del FMI", añadió Rice. Los medios argentinos también indican que el Ministerio de Economía informará, también este lunes, de los acuerdos alcanzados con el organismo supranacional, entre los que se incluye una reducción del déficit público a menos de una cuarta parte de lo pactado en su día con el FMI que era del 1,2%. La disminución global del gasto público, gracias a los recortes ministeriales, alcanzará los 16.000 millones de dólares.
Estas son medidas in extremis de un Gobierno que “ha recortado el gasto público, bajado impuestos a las exportaciones, ha aumentado las tarifas de los servicios subsidiados, ha invertido las reservas, modificado el Gobierno, se ha endeudado, ha reestructurado la deuda local, ha subido los tipos de interés al 60% y ha pedido un rescate al FMI”, expone Ramon Morell de Experiencia Trading, que reconoce que el Ejecutivo de Macri “ya no cuenta con mucho más en su mano” para paliar la crisis.
Argentina “sigue abocada a la recesión”, prosigue Morell, y lo hace porque “EEUU -inmersa en una progresiva normalización monetaria, que pasa por encarecer el dólar- es uno de los factores de desestabilización de los países emergentes en estos momentos”, argumenta.