- La huelga de celo de finales de julio afectó a miles de pasajeros y en torno a 1.000 personas perdieron sus vuelos
- Además de los paros programados para los viernes de agosto, la nueva huelga indefinida empezará el 15 de este mes
- Eulen manifiesta su intención de negociar y critica la actitud del comité de huelga
- Aena podría sancionar a Eulen con 300.000 euros por las huelgas de El Prat
Después de haber fracasado la mesa de negociación abierta por la Generalitat catalana entre Eulen, la empresa concesionaria de Aena que controla los accesos de seguridad del Aeropuerto de Barcelona El Prat, y los trabajadores de la empresa de la familia Álvarez, la plantilla recrudece su ofensiva y amenaza con paros del 100% y con convertirla en indefinida. Ante la complicación del conflicto laboral, la Delegación del Gobierno en Cataluña, por su parte, ha fijado unos servicios mínimos del 90%. Eulen, por su parte, ha reivindicado su buena disposición a negociar y ha cargado contra el comité de huelga que "o no ha comparecido o cuando lo ha hecho no ha manifestado ninguna intención de negociar".
Los trabajadores de la empresa de seguridad que gestiona los arcos de embarque del aeropuerto de la capital catalana han acordado en asamblea proseguir con la huelga que vienen secundando desde mediados de este mes, según informaron a Europa Press en fuentes sindicales. Y no prevén una fecha de finalización. La situación, en plena temporada vacacional, en un aeropuerto por el que pasan unas 44 millones de personas al año, puede devolver a El Prat las escenas de largas colas que se vivieron entre el 21 y el 28 de julio, cuando las esperas de los pasajeros alcanzaron picos de 3 horas. En torno a 1.000 personas perdieron su billete durante esos días, cuando la huelga todavía no era oficial y compañías como Vueling se vieron obligadas a retrasar los vuelos.
Además de los paros programados para los viernes de agosto, la nueva huelga indefinida empezará el 15 de este mes
JORNADAS DE PAROS
Los vigilantes de seguridad tenían convocada huelga para todos los viernes, domingos y lunes desde este 4 de agosto en diferentes franjas horarias (de 5.30 a 6.30 horas, de 10.30 a 11.30, de 16.30 a 17.30, y de 18.30 a 19.30).
La nueva huelga indefinida empezará el 14 o 15 de agosto (la fecha se concretará en los próximos días, en función de los plazos legales de notificación de la huelga). Hasta entonces, los trabajadores de los filtros de seguridad mantienen los paros parciales de cuatro horas para los viernes, domingos y lunes.
En la asamblea de este miércoles, los trabajadores han votado a favor de endurecer la huelga hasta el 100% de la jornada, con un 92% de los votos, aunque se habían propuesto otras alternativas: mantenerla igual, ampliarla al 50% de la jornada o hacer manifestaciones.
Esta información contrasta con la ofrecida por la Delegación del Gobierno que dirige Enric Millo, que ha asegurado que se respetarán los servicios mínimos del 90% "con el objetivo de garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales" que presta Eulen y serán obligatorios todos los días de huelga y en todas las franjas horarias. A su juicio, por debajo de ese porcentaje "podrían verse afectados gravemente otros derechos fundamentales, especialmente el de la libertad de circulación".
La Delegación del Gobierno ha argumentado que una paralización de los servicios prestados por el personal de seguridad, más allá de unos mínimos razonables que amparen el derecho constitucional a la huelga, "produciría unos efectos desproporcionados, muy especialmente en materia de seguridad", en el conjunto de la operativa del aeropuerto, así como perjuicios a los pasajeros, recoge Europa Press.
PEORES CONDICIONES LABORALES
El comité de huelga y la dirección de la compañía se reunieron este lunes con la mediación de la Generalitat, pero no alcanzaron ningún acuerdo, porque los trabajadores exigen la implicación de Aena en el conflicto, ya que aseguran que las condiciones laborales han empeorado desde que Eulen se hizo cargo de los filtros de seguridad en junio de 2016.
Los trabajadores protestan porque aseguran que en los controles de seguridad del Aeropuerto de El Prat falta personal y, además, los nuevos contratos son precarios, ya que no alcanzan los 900 euros mensuales. Entre las reivindicaciones destacan, además, factores como que en el último año se han eliminado los pluses, por lo que las retribuciones han empeorado y la formación a nuevos empleados es insuficiente. Esta situación ha causado 30 excedencias y 35 bajas médicas por estrés en el último año, que se han suplido con nuevas incorporaciones que no han recibido la capacitación requerida para poder efectuar los controles de los escáneres.
Eulen Seguridad, por su parte, ha señalado que ha acudido hasta en tres ocasiones a las reuniones convocadas por la autoridad laboral con intención de negociar y ofrecer propuestas, mientras que ha reprochado la actitud del comité de huelga en un comunicado. La empresa ha lamentado que, ante la negativa del comité de huelga de sentarse a negociar en reiteradas ocasiones, "los trabajadores se ven abocados a tener que ir a una huelga sin contar con la oportunidad de conocer las propuestas que la empresa les quiere plantear".
Ha explicado que, a través de los medios de comunicación, ha tenido conocimiento de la "escasa asistencia" a la asamblea de este miércoles en la que los trabajadores decidieron endurecer la huelga, y asegura que el 75% de los trabajadores no acudieron, por lo que tan solo una cuarta parte de ellos votó a favor de una nueva convocatoria de huelga indefinida y de 24 horas.
La compañía ha agradecido la colaboración que ha hecho la Dirección de Relaciones Laborales de la Generalitat por conseguir sentar a ambas partes, así como el "apoyo" ofrecido por Aena.
AENA PODRÍA SANCIONAR A EULEN
Ante este situación, Aena prefiere mantenerse al margen del conflicto, que considera de ámbito interno, y pone de manifiesto que hasta la fecha jamás ha intervenido en condiciones laborales de una empresa externa, como es este caso. De hecho, se ha esforzado en todo momento por dejar claro que la caótica situación que se vive en el Aeropuerto de El Prat es fruto de un conflicto interno. No obstante, el gestor aeroportuario ha comunicado que está trabajando "constantemente" para solucionar la problemática en los filtros de seguridad. Durante las jornadas de colas de julio, instaló cintas adicionales y en los paneles luminosos de las dos terminales de El Prat, Aena informa a los pasajeros que, debido a un conflicto laboral en la empresa Eulen, el tiempo de espera puede ser más elevado de lo habitual.
Además, la operadora de los aeropuertos nacionales no ha tomado al decisión de mantenerse al margen a la ligera. La mediación es un mecanismo de resolución de conflictos en el cual un tercero imparcial facilita la comunicación para que las partes sean capaces de resolver un conflicto. Y el gestor no es un tercero imparcial, en la medida que establece las condiciones económicas y técnicas que han de cumplir las empresas parte del conflicto, a través de pliegos y contratos.
Aena ha iniciado dos procesos de expedientes sancionadores contra Eulen, que podrían llegar a suponer hasta 150.000 euros cada uno
El gestor aeroportuario es por tanto, por ley, ajeno a las relaciones laborales entre la compañía y sus empleados, ya que la facultad de dirección, organización y control de los trabajadores corresponde exclusivamente a las empresas adjudicatarias de los servicios.
Pero los trabajadores ponen en el mismo saco a la gestora aeroportuaria y a la empresa. “Aena es más culpable porque tiene que garantizar las condiciones”, señalaba Juan Carlos Giménez, asesor del comité de huelga en declaraciones a La Vanguardia. Aena ha movido ficha y ha iniciado dos procesos de expedientes sancionadores contra Eulen, que podrían llegar a suponer hasta 150.000 euros cada uno, según informaron a 'Europa Press' fuentes conocedoras de las sanciones.
Según denuncian los vigilantes de los filtros de seguridad del aeropuerto catalán, que de enero a junio registró un volumen de 22 millones de pasajeros, la precarización de sus puestos de trabajo ha empeorado desde que Eulen ganó el contrato, hace justo un año. En un comunicado, publicado junto al anuncio de la huelga de agosto, denunciaban la escasez de efectivos, que por momentos es del 60%, lo que se traduce en una menor atención de los empleados, a quienes, aseguran, no se les respetan los horarios.