- El 10% de asalariados que menos cobra tiene una remuneración media de 483 euros por mes
- El 10% de los asalariados que más cobra la tiene de 4.491 euros mensuales
El salario medio español se encuentra en 1.639 euros mensuales, un 0,2% mayor que un año atrás. En la práctica, esto significa la prolongación de la estabilidad de la remuneración media: a lo largo de los últimos siete años el salario medio español ha oscilado entre los 1.630 y 1.640 euros mensuales. Esta estabilidad se constata al observar que el salario medio actual es igual al del año 2012.
El Grupo Adecco ha elaborado su VI Monitor Anual Adecco sobre Salarios, en el que, basados en la última Encuesta Trimestral de Coste Laboral, se analiza la evolución de la remuneración media española, tanto en el último año, como su evolución en los últimos seis (2012-2017) justo antes de que comenzara la recuperación económica.
Tras tres años consecutivos de caídas en el IPC (cosa que no había ocurrido desde 1933), en 2017 los precios al consumo han crecido un 2%. Esto ha tenido un impacto negativo en la capacidad de compra del salario medio. Así, el salario medio está perdiendo un 1,8% de capacidad de compra, lo que ha supuesto el fin de una racha de tres incrementos anuales consecutivos. En otras palabras, el salario medio español permite adquirir un 1,8% menos de mercancías y servicios que hace un año.
En los últimos cinco años se ha acumulado una caída en el poder adquisitivo de la remuneración media de un 2,3%. Este recorte equivale a una pérdida de 39 euros por mes o 468 euros por año.
El 10% de los asalariados que menos cobra tiene una remuneración media de 483 euros al mes. En el otro extremo, el 10% con salarios más altos percibe, de media, 4.491 euros mensuales. Comparando los salarios de los diferentes deciles se observa que el mayor incremento porcentual ocurre al pasar del primero al segundo, con una subida de un 82% (equivalente a 396 euros) hasta 879 euros mensuales. El incremento hasta el tercer decil es de un 29% (257 euros más que el decil anterior), con lo que se llega a 1.136 euros por mes.
A partir de ahí, desde el cuarto hasta el octavo decil, los aumentos del salario medio al pasar de un decil a otro son más moderados e inferiores al 20%. Los incrementos se hacen más grandes entre los últimos dos deciles. Pasar del octavo al noveno implica una ganancia adicional del 24% (558 euros mensuales más). Y alcanzar el décimo conlleva un nuevo incremento del 54% (que equivale a 1.570 euros, que es el mayor incremento absoluto).
En otros términos, pasar de un decil a otro no significa siempre el mismo esfuerzo ni el mismo beneficio. Por ejemplo, pasar del cuarto al sexto decil implica una ganancia extra del 28%, que equivale a 375 euros adicionales. Es una ventaja menor que la que supone pasar del séptimo al octavo decil, con lo que se perciben 385 euros más al mes (+19%).
Conocidos los mayores y menores salarios medios, surge de inmediato la idea de calcular la relación entre ambos, que es de 9,3 veces. Es decir que el 10% que percibe salarios más elevados cobra, de media, 9,3 veces más que los que ingresan las menores remuneraciones.
Pese a lo elevado que pueda parecer esta relación, es la más baja de los últimos siete años. En el 2015 se alcanzó la máxima disparidad, con una relación de 11,4 veces entre los mayores y los menores salarios. Para encontrar una relación similar a la actual hay que retroceder hasta 2010, cuando alcanzaba a 9 veces.
La reducción de la brecha entre los mayores y los menores salarios se produce porque las remuneraciones más bajas son las que más crecen. En los últimos cinco años, desde 2012 hasta 2017, el salario medio del primer decil ha aumentado un 13,5%, lo que implica una ganancia adicional de 58 euros mensuales. El segundo decil ha tenido también el segundo salario medio que más se ha incrementado, con una subida de un 4,7% en el mismo período (39 euros más por mes).
En los demás deciles, el incremento acumulado en los últimos cinco años ha oscilado entre el 1,3% y el 2,5%. La excepción es el décimo decil, que es el único que se ha reducido: ha perdido un 0,5% desde 2012, lo que equivale a un recorte de 24 euros mensuales.
Estos incrementos implican que los únicos dos deciles cuya remuneración ha aumentado más que la inflación (es decir, los únicos salarios que han ganado poder de compra), son los dos más bajos.