El índice de precios de producción (IPP) en EEUU aumentó un 0,4% en septiembre, en comparación con una caída del 0,2% en agosto, y por encima de lo estimado. En tasa interanual, el IPP subió un 8,5%, lo que supone una ligera desaceleración desde el 8,7% de agosto.
Excluyendo alimentos, energía y servicios comerciales, el índice también aumentó 0,4% en el mes y un 5,6% respecto al año anterior, mientras que excluyendo solo alimentos y energía, el índice aumentó un 7,2% anual y un 0,3% mensual, en línea con las expectativas.
De esta manera, los precios mayoristas subieron más de lo esperado en septiembre a pesar de los esfuerzos de la Reserva Federal (Fed) para controlar la inflación. La publicación del PPI llega un día antes que se conozca el Índice de Precios de Consumo (IPC).
El dato fue impulsado por un aumento sorprendentemente grande del 1,2% en los precios de los alimentos, que se han descontrolado en los últimos meses, y un aumento del 0,7% en los precios de la energía, encabezados por el gas natural, explican en Pantheon Macroeconomics.
"La lectura de septiembre es un recordatorio de que las presiones de los precios siguen siendo elevadas y volátiles, particularmente para los alimentos y el gas, dada la guerra en curso en Ucrania y las persistentes interrupciones en la cadena de suministro", destacan en Oxford Economics.
