- La respuesta de otras naciones y de los mercados financieros será clave en este proceso
El proteccionismo económico se ha convertido en una de las grandes amenazas para el crecimiento mundial, después de que la Administración Trump haya anunciado la imposición de aranceles a la importación de aluminio y acero. Hasta el Banco Central Europeo (BCE), en su reunión de esta semana, lo ha incluido entre los riesgos que acechan la recuperación.
No es la única voz que opina lo mismo, eso sí. Según indican los expertos, el peligro no viene tanto de esa medida concreta sobre unos productos o materiales determinados, sino de sus posibles consecuencias sobre las políticas de otros países, su impacto en la confianza empresarial a escala mundial y en los flujos comerciales.
Además, si el presidente estadounidense, Donald Trump, sigue adelante en los próximos meses con sus medidas proteccionistas en otros sectores como el de la Propiedad Intelectual, los expertos anticipan un impacto negativo mucho mayor para el comercio mundial. Uno de los primeros en bajarse del 'barco proteccionista' de Trump ha sido Gary Cohn, su principal asesor económico, que ha presentado su dimisión fulminante en desacuerdo con estas políticas.
El presidente del BCE, Mario Draghi, no ocultó este jueves su 'antipatía' por las políticas del republicano. "Los dos mayores riesgos que veo son el comercio y la desregulación financiera", avisó este jueves. Es decir, dos de las palancas con las que está 'jugando' Trump.
Richard Turnill, estratega jefe de Inversiones en BlackRock Investment Institute, comenta que “el proteccionismo es uno de los principales riesgos geopolíticos de 2018”. Aunque señala que “los shocks geopolíticos pueden afectar a las bolsas sólo de manera breve si el entorno económico es sólido”, añade que “el proteccionismo comercial de EEUU” es lo que “más nos preocupa”.
La razón es que este factor puede afectar “al crecimiento global y a las previsiones de beneficios empresariales”, lo que puede “cuestionar las estimaciones económicas”. Las tensiones comerciales entre naciones son “una mala señal para el comercio mundial”. Aunque por el momento no espera “una guerra comercial”, reconoce que las tensiones actuales pueden desencadenar “episodios de volatilidad” en las bolsas durante 2018.
LA PROPIEDAD INTELECTUAL Y CHINA
Deutche Bank recuerda que la Administración Trump también debe decidir sobre temas aún más importantes como los derechos sobre la propiedad intelectual, “así que hay mucho espacio” para una escalada proteccionista con China, que a su vez “es el mayor tenedor de deuda pública de EEUU”.
Es "significativo e inusual" que los aranceles al aluminio y el acero se hayan propuesto dentro de la estrategia de "seguridad nacional"
En este sentido, desde Oxford Economics comentan que el Gobierno de Beijing podría reducir las compras de bonos estadounidenses (algo con lo que ya se especuló a principios de año) para presionar a Trump si finalmente sigue adelante con sus medidas, lo que puede desestabilizar los mercados.
En su opinión, “es significativo e inusual” que los aranceles al aluminio y el acero se hayan propuesto dentro de la estrategia de “seguridad nacional”, lo que indica que la “postura proteccionista” se ha impuesto de manera firme en la Administración, “uno de nuestros mayores temores”. En la misma línea, los analistas del banco holandés Rabobank destacan que si el proteccionismo se convierte en un tema de seguridad nacional, las consecuencias pueden ser mucho más negativas.
DEBILIDAD DEL DÓLAR
Uno de los activos más afectados por el proteccionismo será el dólar, ya que “los aranceles suponen un shock negativo para la producción y aumentan la inflación pero reducen el crecimiento, una mala combinación para la divisa”, señala Deutsche. Desde el banco germano afirman que cuando el proteccionismo se convierte en una prioridad de Washington, como sucedió con Japón a principios de los años 90, “el dólar se debilitó drámaticamente”.
"Es posible que EEUU esté usando los aranceles para crear un cambio en las políticas de otros países", con el objetivo de que "toleren una apreciación de sus divisas frente al dólar"
Los expertos de HSBC también prevén debilidad del dólar “en una primera fase” si se aprueban las medidas proteccionistas, pero añaden que si se produce “una guerra comercial” en toda regla, el 'billete verde' se apreciárá contra las divisas emergentes, aunque su debilidad persistirá frente al yen y el euro.
En su opinión, “es posible que EEUU esté usando los aranceles para crear un cambio en las políticas de otros países”, con el objetivo de que “toleren una apreciación de sus divisas frente al dólar”. Sería otro de los mecanismos 'en la sombra' que puede usar EEUU para reducir su déficit comercial. Si esto ocurre, el peligro de una guerra comercial a gran escala será reducido. En este sentido, la Administración americana ha señalado que las importaciones de acero y aluminio desde Canadá y México quedarán exentas de aranceles mientras se negocia un NAFTA más favorable a EEUU. Otros países también podrán solicitar quedar exentos de las tasas al aluminio y al acero, previa negociación.
Sin embargo, si el resto de países o bloques comerciales comienza a imponer aranceles a los productos estadounidenses, aumentaría de manera importante el riesgo de un aumento del proteccionismo a nivel global, lo que sería un “factor que cambiaría el tablero económico mundial”, según HSBC.
AUMENTA EL RIESGO DE GUERRA COMERCIAL
Desde JPMorgan, afirman que la Administración Trump lleva un año anticipando estos aranceles y que “su impacto directo será reducido”. Sin embargo, añaden que “el mayor riesgo es una escalada de la agresividad de Trump sobre el comercio”, sobre todo teniendo en cuenta que el mercado no le ha otorgado demasiado credibilidad.
El riesgo es que los socios comerciales de EEUU respondan a esos aranceles con políticas restrictivas, apunta Barclays
En su opinión, la nueva política comercial de EEUU corre el riesgo de provocar una “guerra comercial” en toda la regla si los aranceles se confirman y si hay respuesta por parte de otras naciones.
“Estamos lejos de una guerra comercial total que puede amenazar la recuperación global, pero las medidas del presidente Trump han aumentado este riesgo”, añaden desde Oxford Economics.
Barclays reconoce que no ha incorporado en sus previsiones económicas las medidas proteccionistas de Trump. “El riesgo es que los socios comerciales de EEUU respondan a esos aranceles con políticas restrictivas”. Además, añaden que sus estimaciones incluyen “un aumento significativo del déficit comercial de EEUU, que si se materializa, añadirá presión a la Administración para tomar más medidas comerciales restrictivas”.
LA RESPUESTA DE LOS MERCADOS, CLAVE
Para Goldman Sachs, imponer aranceles reduciría la “competitividad” de la economía estadounidense y dejaría al país “en desventaja” frente a otros competidores. “Una tarifa para apoyar a una industria aumentaría los márgenes y la inversión de un grupo pequeño de productores, pero provocaría una desventaja a la economía en general debido a los mayores costes” que se producirían, señalan desde este banco.
Nomura apunta un matiz interesante, al destacar que “el cambio en las previsiones económicas dependerá de la severidad de la escalada del proteccionismo y, más importante, de cómo respondan los mercados financieros”.
Los expertos del banco japonés comentan que “pese a las turbulencias de los mercados a principios de febrero, las condiciones financieras en general permanecen acomodaticias”. Pero añaden que “los temores del mercado sobre la escalada de las tensiones comerciales pueden endurecer esas condiciones y exacerbar los efectos negativos de un aumento de los aranceles”.
En su opinión, las medidas que pueda tomar Trump (tiene de plazo hasta finales de agosto) sobre los derechos de propiedad intelectual en los próximos meses pueden afectar directamente a las relaciones comerciales con China. Un asunto que a buen seguro seguirá centrando la atención de los inversores.
Por último, la agencia Fitch Ratings afirma que “los aranceles desde EEUU o de otros países pueden afectar a sectores concretos y no provocarán un shock para nuestra previsión macro global. Pero los riesgos potenciales para el crecimiento aumentarán exponencialmente con cada medida proteccionista”. Este es el gran temor del mercado.