• Los analistas no esperan ningún cambio en el lenguaje del presidente del regulador en la comparecencia de este jueves
  • Draghi insinúa que el crecimiento potencial y el tipo de interés neutral podrían ser mayores de lo esperado
  • La rentabilidad del bono a diez años alemán ha aumentado del 0,52% al 0,63% en una semana
draghi, euro
Foto: Irakli Tavberidze
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Quizás no lo tenga tan claro. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, comparecerá este jueves tras la tercera reunión del regulador en 2018 para seguir dando pistas sobre el futuro monetario del bloque y su confianza en la recuperación económica.

En marzo, el banquero italiano dio un primer paso hacia una retirada “gradual” de los estímulos pese a la ausencia de presiones inflacionistas, y descartar la posibilidad de “ampliar el volumen y/o la duración” de las compras de activos en el mercado, dejando entrever que afrontan su recta final y que terminarán este mismo año.

Sin embargo, la sombra de la guerra comercial nubla el escenario actual y el discurso parece haber cambiado las últimas semanas. La inflación continúa sin estar, y se la espera. Las previsiones de marzo del BCE situaron una inflación del 1,4% para este ejercicio y el que viene, y del 1,7% para 2020. La falta de persistencia de los últimos datos 'macro', con un avance de los precios que se sitúa por debajo de las previsiones, reaviva el debate sobre cómo y cuándo debe comenzar la retirada de estímulos de la zona euro.

La falta de persistencia de los últimos datos 'macro' reaviva el debate sobre cómo y cuándo debe comenzar la retirada de estímulos de la zona euro

La semana pasada, Draghi destacó ante el Comité del Fondo Monetario Internacional (FMI) que quizás “el ciclo de crecimiento podría haber tocado techo”, sin embargo “se espera que el impulso del crecimiento continúe”, con la última estimación mostrando un avance interanual del 2,8% para el total de la economía de la Eurozona. Asimismo, Benoit Coeuré, miembro ejecutivo del Comité del BCE, destacó la incertidumbre que existe sobre el límite del crecimiento de la economía del bloque monetario y la capacidad de su mercado laboral.

En este contexto, ambos miembros del BCE han alimentado con sus declaraciones una teoría a la que ya varios analistas se suman. La economía de la Eurozona podría encontrarse más lejos de lo que el regulador pensaba de su crecimiento potencial. Hecho que supondría la necesidad de una mayor tasa de inflación y de un ciclo expansivo más extenso que ayude a la economía a alcanzar este nuevo objetivo. Además, el tipo de interés neutral, que permite a la economía operar a pleno empleo con una inflación estable, sería revisado al alza, lo que permitiría al regulador subir los tipos hasta cotas más altas para alcanzar la estabilidad de los precios alrededor de la cifra mágica del 2%.

Los expertos no esperan sorpresas en esta reunión y apuntan a julio para el anuncio de la fecha oficial del fin del 'QE'

Los expertos no esperan nada nuevo para esta reunión de abril y apuntan a julio como escenario principal para el anuncio oficial de la fecha del fin del ‘QE’. Así, el BCE podría ganar tiempo tras los tímidos datos del primer trimestre y el avance de la relación entre Estados Unidos y China, y su incierto efecto en la economía de la zona euro. El mercado continúa apuntando a mediados de 2019 como momento más probable para la primera subida de tipos, una fecha que comenzará a aclararse después de este verano, en la reunión de septiembre.

EL MERCADO DE BONOS PODRÍA DAR ALGÚN SUSTO

La rentabilidad del bono alemán a diez años ha aumentado desde el 0,52% hasta el 0,63% en apenas una semana. Un comportamiento que preocupa, y mucho, a los inversores del otro lado del Atlántico, con una curva de rendimiento cada vez más plana en Estados Unidos. El título americano a diez años roza el 3% hasta niveles de 2014, y la letra estadounidense a un año ya ofrece un tipo de interés del 2,40%, algo que no ocurría desde 2008. En este escenario, el mercado ya apunta a una subida de los tipos hasta el 2% en la futura reunión de la Reserva Federal en junio.

"El movimiento más significativo de los últimos días es el que está viviendo el mercado de bonos, así como las fuertes subidas que están registrando las materias primas. De confirmarse una subida generalizada del IPC, los bancos centrales se verán obligados a actuar, la Fed intensificaría su ritmo de subida de tipos y el BCE tendría que normalizar su política monetaria entes de lo esperado", afirman los analistas de Self Bank

LA INDECISIÓN DEL BCE LASTRA AL EURO

El euro encadena varias jornadas de caídas, desde que perdiera los 1,24 dólares, ante el mensaje menos agresivo que los reguladores han empleado los últimos días. La divisa europea se intercambia cerca de los 1,21 dólares en estos momentos y un mensaje contradictorio sobre la retirada de los estímulos por parte de Draghi podría continuar lastrando su desarrollo.

Así, el euro marca mínimos de principios marzo y los expertos avisan de que podría seguir cayendo. Desde el punto de vista técnico, la rotura a la baja se ha producido tras ocho jornadas de consolidación en las que la moneda del bloque fue incapaz de superar los 1,24 dólares, por lo que las perspectivas apuntan hacia un desarrollo débil por debajo de esa resistencia.

"Lo más probable es que el BCE se mantenga neutral en su postura frente a la política monetaria, y la divisa única podría debilitarse más aún si el banco central sugiere una subida de tipos más allá de mediados de 2019", afirma Boris Schlossberg, cofundador de BK Asset Management.

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