“Más allá de los riesgos económicos y políticos habituales que preocupan a la mayoría de los analistas financieros”. Hacia estos eventos que se dibujan ya en el horizonte dirige su mirada el economista Nouriel Roubini, quien arguye que las crisis no se desatan por 'cisnes negros', sino por 'cisnes blancos', que al contrario que lo otros acontecimientos, “se pueden predecir y son error de las políticas en marcha y fruto de vulnerabilidades financieras y económicas”. Este 2020 detecta cinco causalidades de este tipo sobre las que avisa en un artículo de opinión de 'MarketWatch'.
Advierte el presidente de Roubini Macro Associates LLC que “cualquiera de ellos podría desencadenar graves perturbaciones económicas, financieras, políticas y geopolíticas no vistas desde la crisis de 2008”. Y elabora una lista de cinco riesgos que ya son una amenaza y que “apunta a lo que uno puede esperar razonablemente para 2020”. “Mientras tanto, los mercados financieros permanecen felices en la negación de los riesgos, convencidos de que un año tranquilo, sino feliz, espera a las principales economías y mercados globales”, señala.
A principios de 2020, aquí es donde estamos, repasa. “Estados Unidos e Irán ya han tenido una confrontación militar que probablemente se intensificará pronto; China sufre un brote viral que podría convertirse en una pandemia mundial; la guerra cibernética está en curso; los principales tenedores de bonos del Tesoro de los Estados Unidos están aplicando estrategias de diversificación; las primarias presidenciales del Partido Demócrata están exponiendo divisiones en la oposición a Trump y ya están poniendo en duda los procesos de conteo de votos; las rivalidades entre los Estados Unidos y cuatro poderes (China, Rusia Irán y Corea del Norte); y los costes reales del cambio climático y otras tendencias ambientales están aumentando”.
Por estos motivos, identifica estos cinco acontecimientos como problemáticos:
1. Cuatro poderes
Para empezar, "Estados Unidos está encerrado en una creciente rivalidad estratégica con al menos cuatro poderes implícitamente alineados: China, Rusia, Irán y Corea del Norte. Todos estos países tienen interés en desafiar el orden global liderado por EEUU y 2020 podría ser un año crítico para ellos, debido a las elecciones presidenciales y al posible cambio en las políticas globales del país".
2. Guerra fría con China
En cuanto a las relaciones entre Estados Unidos y China, "el reciente acuerdo de "fase uno" es una tirita temporal", prosigue el prestigioso economista. "La guerra fría bilateral sobre tecnología, datos, inversión, moneda y finanzas ya está aumentando vertiginosamente".
"El brote de COVID-19 ha reforzado la posición de aquellos en EEUU que defienden la contención y ha dado un nuevo impulso a la tendencia más amplia de "desacoplamiento" chino-estadounidense", subraya.
3. Guerra cibernética
"Pero una agresión abierta no es realmente una opción en este momento", comenta Roubini, "dada la asimetría del poder convencional". "La respuesta inmediata de China a los esfuerzos de contención de Estados Unidos probablemente tomará la forma de guerra cibernética", predice.
Hay varios objetivos obvios que identifica el economista. "Los piratas informáticos chinos (y sus homólogos rusos, norcoreanos e iraníes) podrían interferir en las elecciones de Estados Unidos al inundar a los estadounidenses con información errónea y falsificaciones profundas". Con el electorado ya tan polarizado, "no es difícil imaginar partidarios armados que salgan a las calles para desafiar los resultados, lo que lleva a una violencia y un caos graves", argumenta.
4. Deshacerse de los bonos del Tesoro de EEUU
China también podría perseguir la "opción nuclear" financiera de deshacerse de sus tenencias de valores del Tesoro de Estados Unidos si se produce una escalada. Debido a que los activos estadounidenses comprenden una parte tan grande de las reservas extranjeras de China (y, en menor medida, de Rusia), los chinos están cada vez más preocupados de que dichos activos puedan congelarse a través de sanciones estadounidenses (como las que ya se usan contra Irán y Corea del Norte).
"China podría diversificar sus reservas convirtiéndolas en otro activo líquido que sea menos vulnerable a las sanciones primarias o secundarias de los Estados Unidos. De hecho, tanto China como Rusia han estado almacenando reservas de oro (abierta y encubiertamente), lo que explica el aumento del 30% en los precios del oro desde principios de 2019".
5. Estados Unidos no se quedará inactivo
Por último, el economista señala que "Estados Unidos, por supuesto, no se quedará de brazos cruzados mientras está bajo ataque asimétrico".
"Ya ha aumentado la presión sobre estos países con sanciones y otras formas de guerra comercial y financiera, sin mencionar sus propias capacidades mundiales de guerra cibernética. Los ataques cibernéticos estadounidenses contra los cuatro rivales continuarán intensificándose este año, lo que aumenta el riesgo de la primera guerra mundial cibernética y el desorden económico, financiero y político masivo".