- El gobernador del Banco de España (BdE) cree que la reforma mejora la sostenibilidad de las pensiones
- Luis María Linde pide además mayor transparencia en el sistema público de las pensiones
Cada vez es más difícil negar el empobrecimiento paulatino de los pensionistas. Y por ello, el gobernador del Banco de España (BdE), Luis María Linde, ha propuesto una tasa de sustitución objetivo para las pensiones de los jubilados.
La razón es simple. La reforma del Gobierno de Mariano Rajoy en 2013, amparada por su entonces mayoría absoluta, estableció un nuevo cálculo para la revalorización de las pensiones con el factor de sostenibilidad y desvinculándola del IPC. En otras palabras, la esperanza de vida de los jubilados y el déficit de la Seguridad Social presionarán a la baja sobre el crecimiento de las pensiones, que tiene fijado un mínimo del 0,25% anual.
Este suelo será el incremento cada año de la nómina de las pensiones, según todos los expertos, incluidos los del Banco de España. Así que si el Banco Central Europeo (BCE) cumple con su objetivo de llevar la inflación al 2% interanual, los pensionistas perderán paulatinamente poder adquisitivo.
Esta evolución mejorará la sostenibilidad de las pensiones, sostiene Linde, frente al envejecimiento poblacional. Pero también “reducirá la tasa de sustitución”, entendida como la pensión respecto al último salario percibido. “Se debe plantear el establecimiento de una tasa de sustitución objetivo”, ha añadido el gobernador del BdE en su comparecencia ante en la Comisión de Economía del Congreso para presentar su informe anual de 2016.
Actualmente, esta ratio oscila en torno al 80%. Pero según estimaciones de la Comisión Europea, caerá hasta el 50% en 2060. Un descenso que podría ser mayor según cálculos de otros informes como el de la patronal de gestoras de fondos y planes de pensiones, que lo sitúa en el 27% en cuatro décadas.
Linde también ha pedido que se ejecute “una estrategia que conduzca a un aumento de la transparencia del sistema y a un refuerzo de la relación entre las contribuciones y las prestaciones”. Precisamente esta es una de las mayores críticas de los expertos. No en vano, la Seguridad Social aún incumple la ley de 2011 según la cual tiene que informar a los cotizantes sobre la estimación de su futura pensión.