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Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra.

La libra intenta recuperarse este miércoles de las pérdidas de la pasada jornada (1,1054 dólares, +0,83%), cuando se hundió después de que el gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Andrew Bailey, afirmara en un evento en Washington que el banco central no prorrogará su programa de bonos de 65.000 millones de libras más allá de este viernes, avisando a los gestores de fondos de pensiones de que terminen de liquidar las posiciones que no pueden mantener.

'Financial Times', sin embargo, ha publicado este miércoles que tres fuentes le han informado de que el BoE está preparado para extender el programa más allá de la fecha límite de este viernes si las condiciones de mercado así lo exigen.

El diario detalla que representantes del banco central han asegurado a las entidades financieras que están dispuestos a ampliar el mecanismo más allá de la fecha de finalización del 14 de octubre si las condiciones del mercado lo requieren. "Nos dijeron que estaban observando de cerca a los gestores de inversiones basadas en el pasivo para ver si habían conseguido generar suficiente liquidez para que sus clientes pudieran hacer frente a las peticiones de márgenes y que decidirán si prorrogan el mecanismo el jueves o el viernes", afirmó un banquero.

La libra esterlina cayó hasta 1,0922 dólares en las operaciones matinales de Asia, antes de remontar hasta 1,106 dólares tras la publicación de la noticia de 'Financial Times'.

Las alzas se mantienen a estas horas pese a que un portavoz del Bando de Inglaterra ha reiterado hoy el mensaje de Bailey. "Como el banco ha dejado claro desde el principio, sus compras temporales y específicas de gilts (bonos del Estado a largo plazo) terminarán el 14 de octubre", remarcó

"El gobernador confirmó esta posición ayer, y se ha dejado absolutamente claro en los contactos con los bancos a niveles superiores", añadió.

"Lo que hizo Bailey fue sin duda uno de los mayores errores de comunicación que puede cometer un banquero central"

El sector ha dicho que necesita más tiempo para evitar que se repitan las ventas forzadas que llevaron al Banco de Inglaterra a lanzar el plan de apoyo de emergencia.

El Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenir hace dos semanas con un programa de 65.000 millones de libras para comprar bonos del Estado con el fin de ayudar a los planes de pensiones, que se han visto atrapados en un círculo vicioso después de que el 'minipresupuesto' del canciller Kwasi Kwarteng, anunciado el 23 de septiembre, desencadenara una venta histórica de gilts.

LAS CRÍTICAS

Los economistas se están mostrando muy críticos con la manera de proceder del BoE. Después de anunciar su programa de compra de bonos a finales del mes pasado, el banco central comunicó este lunes que duplicaría el tamaño de la dotación diaria de compras de 5.000 millones de libras a 10.000 millones de libras y que lanzaba una nueva línea de crédito a corto plazo para respaldar a los mercados. Además, ayer martes volvió a intervenir comunicando que ampliaba el alcance de sus operaciones diarias de compra de gilts para incluir también las compras de gilts indexados.

Los analistas subrayan el carácter "improvisado" de todas estas actuaciones y no entienden el aviso de Bailey de este martes después de todos estos esfuerzos.

"El gobernador del BoE dijo que los inversores en bonos de Reino Unido deberían terminar de liquidar las posiciones que no pueden mantener ya que el BoE detendrá sus operaciones a finales de esta semana y puff... Todos los esfuerzos se han convertido en humo. Lo que hizo Bailey fue sin duda uno de los mayores errores de comunicación que puede cometer un banquero central. Y realmente llegó en un momento desafortunado", afirma Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote Bank.

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