- Las ayudas serán de hasta 350 euros a los menores de 35 años y con unos ingresos de menos de 22.000 euros al año
- Los expertos alertan de que podría provocar la subida “artificial” del precio del alquiler
El alquiler es la opción elegida por muchos para independizarse. En España, el porcentaje alquileres aún está muy por debajo de la media europea: en el 12% frente al 30%. El Gobierno quiere fomentar el acceso a la vivienda de alquiler, por lo que ha puesto en marcha el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, con el que pretende ayudar, económicamente, a los jóvenes menores de 35 años. Pero, ¿es suficiente?
Los requisitos para poder optar a las ayudas de alquiler son tener menos de 35 años, cobrar menos de 22.365,42 euros anuales y pagar menos de 900 euros de alquiler, si se vive en las ciudades más caras, y menos de 600 euros en el resto. Hay que tener en cuenta que Madrid y Barcelona son dos ciudades en las que los precios del alquiler se han disparado.
El precio de la vivienda en alquiler se ha disparado un 49% en Cataluña y un 27% en Madrid en los últimos cuatro años, de 2013 a 2017, según un informe del portal inmobiliario Fotocasa. En concreto, el precio del alquiler en Cataluña ha pasado de 8,33 euros por metro cuadrado en 2013 a 12,39 euros por metro cuadrado en 2017. En el caso de Madrid, el precio del alquiler ha pasado de costar 9,05 euros por metro cuadrado en 2013 a 11,45 euros por metro cuadrado en 2017.
Idealista ya ha apuntado que esta ayuda sólo afectará al 25% de todas las viviendas que se ofertan en la actualidad en Madrid y al 15% de las que lo hacen en Barcelona. Se trata de 2.684 viviendas en la ciudad de Madrid y de 1.368 en Barcelona. “Está bien que el Gobierno se preocupe por el mercado del alquiler, aunque el camino elegido no sea el más eficaz”, apunta Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista.
Por su parte, Beatriz Toribio, directora de estudios de Fotocasa, considera que las ayudas al alquiler para menores de 35 años “no son la medida perfecta, pero son bienvenidas. Porque en estos momentos no hay nada que ayude a los colectivos más desfavorecidos”. Por otro lado, Sergio Nasarre, profesor de la cátedra de Vivienda de la universidad catalana Rovira i Virgili, señala que es un plan conservador y que va a crear una subida “artificial” de los precios de alquiler “es echarle más leña al fuego”.
Esta ayuda sólo afectará al 25% de todas las viviendas que se ofertan en la actualidad en Madrid y al 15% de las que lo hacen en Barcelona
Una afirmación con la que coincide Encinar: “Perjudica gravemente a aquellas personas mayores de 35 años que no pueden acogerse a esta ayuda, ya que no contarán con la 'extra' del Gobierno y se enfrentarán a una subida de precios provocada, precisamente, por esa ayuda gubernamental. En definitiva, es echar gasolina al fuego y dar dinero a unos inquilinos frente a otros”.
En este aspecto, Toribio señala que cuando se estimula la demanda es normal que tenga efecto en el precio, pero apunta que el colectivo al que va dirigido es reducido. “Hay que poner en valor que gracias a estas ayudas muchos jóvenes podrán optar a alquileres que sin ellas no podrían permitirse”, explica la directora de estudios de Fotocasa.
ALTERNATIVAS A ESTAS AYUDAS
Los tres expertos coinciden en que el plan debería haber ido más allá que unas ‘simples’ ayudas económicas. En este caso, Fernando Encinar señala que el Gobierno debería haberse decantado por recuperar la desgravación fiscal del alquiler también para el inquilino, ya que “permite que todos puedan disfrutar de esta ventaja y que tanto el inquilino como el propietario declaren la existencia de un contrato de arrendamiento”.
Beatriz Toribio y el jefe de estudios de Idealista apuntan que la clave es mejorar la oferta. “En el plan sólo hay una parte destinada a este punto, el de las ayudas a los promotores, pero se pueden hacer muchas más cosas”, asegura la directora de estudios de Fotocasa. De hecho, ambos apuntan a incentivos a los propietarios de viviendas vacías para que las alquilen y más seguridad jurídica.
Toribio también apuesta por fomentar el plan de alquiler social, “que no está potenciado en España”. De esta manera, explica que los incentivos a la demanda están “bien”, pero “hay que incentivar de igual manera a la oferta para que se mejore y sobre todo para que se estabilice”.
Asimismo, Encinar señala que otro de los incentivos para mejorar el mercado de alquiler es “colaborar con los ayuntamientos para que cedan suelo dotacional para la construcción de viviendas destinadas al alquiler en colaboración con la empresa privada”. Sergio Nasarre,por su parte, afirma que lo primero que hay que hacer es entender la problemática con la vivienda que tiene España: “No es lo mismo alquilar en Madrid centro que en Guadalajara”.
El profesor Nasarre señala que habría que establecer la posibilidad de que las partes puedan pactar alquileres de duración indefinida. “Nadie puede hacer un plan de vida de alquiler cada tres años con el miedo de que te pueden echar de la vivienda porque el casero tenga personas que van a pagar mucho más dinero”, explica. No obstante, matiza que esta posibilidad no es incompatible con la posibilidad de que el casero recupere la vivienda si la necesita.
“Tienes que convencer a la clase media y media alta de que alquilar es bueno, que lo es tanto como comprar, por lo que les tienes que dar previsibilidad en los pagos y estabilidad en la tendencia”, concluye el profesor.