photo d archives philip lane membre du directoire de la banque centrale europeenne

"Tenemos que asegurarnos de que los tipos de interés sigan una senda intermedia", ha asegurado Philip R. Lane, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), quien ha explicado que, si bajan demasiado rápido, será difícil controlar la inflación del sector servicios.

Pero tampoco desean que los tipos se mantengan demasiado altos durante demasiado tiempo.

"Porque eso debilitaría el impulso inflacionario de tal manera que el proceso de desinflación no se detendría en el 2%, sino que la inflación podría caer materialmente por debajo del objetivo. Eso tampoco es deseable", ha añadido.

En una entrevista al periódico austriaco 'Der Standard', Lane ha matizado que "la dirección está clara", pero "lo que tendremos que encontrar este año es la senda intermedia de no ser ni demasiado agresivos ni demasiado cautelosos en nuestras acciones".

Sobre si puede darse por concluida la crisis inflacionaria en la eurozona, ha destacado que se han logrado "avances significativos" en términos de reducción de la inflación: "No hasta el 2%, pero cerca de esa cifra". Sin embargo, cree que para que la inflación se mantenga en el objetivo del 2% de forma sostenible, tendría que haber una nueva caída de la inflación de los servicios.

Pese a eso, confía en que la presión inflacionaria seguirá disminuyendo este año. "Pero también debemos asegurarnos de que la economía no crezca demasiado lentamente, porque entonces nos enfrentaremos a un nuevo problema, que es que la inflación podría estabilizarse por debajo del objetivo", ha dicho.

En este sentido, Lane ha subrayado que "no hay un gran conflicto entre cumplir el objetivo de inflación del 2% y asegurar que la economía crezca a un ritmo suficiente. No tenemos que llevar a la zona euro a una recesión para lograr nuestro objetivo de estabilidad de precios. Y si la economía no crece con la suficiente rapidez, no alcanzaremos nuestro objetivo. Una inflación del 2% requiere que la economía crezca e invierta".

Por otro lado, sobre la diferencia entre países, ha comentado que "el BCE sólo puede responder al desempeño general de la zona el euro en su conjunto. No podemos adaptar la política monetaria a los distintos países".

"Si toda la zona del euro estuviera sufriendo tanto como Alemania y Austria, la política monetaria se adaptaría. Algunos países de la UE están creciendo a niveles sólidos; España es el ejemplo más visible entre los países más grandes. Por lo tanto, en el caso de los países en los que hay un déficit, debemos entender las razones de ello. Algunos países dependen más de la industria manufacturera, que enfrenta desafíos a nivel mundial. La industria automotriz, en particular, enfrenta grandes desafíos. Pero los sectores con un uso intensivo de energía también han sufrido un gran impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania", ha concluído.

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