El Banco Central Europeo (BCE) está trabajando ya en medidas para ajustar todos sus instrumentos y su hoja de ruta si las proyecciones de la entidad dan indicios de que las presiones inflacionistas van a ser diferentes en los próximos meses. Así lo ha asegurado la presidenta del instituto emisor, Christine Lagarde, durante la mesa redonda sobre Perspectivas de la Economía Global del Foro Económico Mundial. Asimismo, ha reconocido que “todas las economías han subestimado la inflación”.
Noticia relacionada
Lagarde defiende que el BCE tiene "todas las razones" para no actuar como la FedLa jefa del BCE ha argumentado que gobiernos y organismos monetarios han “recibido una lección de humildad”, ya que al igual que erraron en calcular el repunte en las tasas de índice de precios al consumo (IPC), lo hicieron con la fortaleza de la economía, llegados a este punto de la pandemia, y la robustez del empleo. “La recuperación ha sobrepasado nuestras expectativas. Hace un año no sabíamos que nos íbamos a recuperar tan pronto y tan fuertemente”.
“Los éxitos científicos, concretamente las vacunas, han avanzado más rápido de lo que se pensaba y las políticas monetarias y fiscales se han combinado”, ha argumentado Lagarde. A su juicio, esto ha llevado a las economías a “ser víctimas de nuestro propio éxito”, algo que no evita “la dependencia de los datos”.
La tasa de inflación de la zona euro marcó un máximo histórico del 5% el pasado mes de diciembre y, según los pronósticos del propio BCE, se espera que continúe por encima del objetivo de estabilidad de precios del 2% durante este año. Lagarde ha reconocido que esta es una cifra impresionante e inesperada, pero ha puntualizado que “debemos preguntarnos, de dónde viene y si es lógico que esto dure”. El banco central está tratando de saber cuánto van a sostenerse en el tiempo las presiones de los precios, ha explicado, “algo crítico para construir nuestra respuesta política”.
Sin embargo, se ha ceñido a anteriores declaraciones cuando ha afirmado que el instituto emisor no ve que el alza de inflación vaya a perdurar, pero reconoce que “hay muchas incertidumbres”. Con todo, Lagarde ha aseverado que el BCE tiene la certeza de que los precios de la energía se van a suavizar en 2022 y que “gradualmente el número del IPC va a declinar”. “Esto significa que tenemos que estar abiertos a cualquier fluctuación”, ha reconocido.