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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado que subir los tipos de interés de la zona euro "no resolvería ninguno de los problemas actuales", incluido el de la elevada inflación. De hecho, ha enfatizado que actuar ahora "con demasiada precipitación", impactaría negativamente en "la recuperación de nuestras economías", que "podría ser considerablemente más débil y se pondría en peligro el empleo". "Eso no ayudaría a nadie", ha sentenciado la banquera central en una entrevista con el medio germano 'Redaktionsnetzwerk Deutschland'.

La semana pasada, Lagarde provocó un terremoto en los mercados de bonos y en el euro, cuando no descartó por completo una subida de las tasas en 2022, como había hecho con anterioridad. El mercado ansía pistas sobre la que será la primera subida de tipos del BCE en más de una década, ante la persistente presión alcista sobre los precios, que se cree que llegarán entre finales de este año y 2023.

Los mercados monetarios prevén ahora un aumento de 50 puntos básicos del tipo de depósito del BCE para diciembre, pero Lagarde advirtió que una subida no pondría fin a los elevados precios del petróleo y a los problemas de suministro que han disparado la inflación.

Ante el incremento de la cesta de la compra para los europeos, la banquera central ha apelado a uno de sus mantras en respuesta a las preguntas del medio alemán. "Nuestra tarea es mantener la estabilidad de los precios. Si eso está en peligro, tomaremos medidas. Tenemos que preguntarnos cuándo es el momento adecuado para hacerlo". Hay que tener en cuenta que el impacto total de cualquier decisión que tomemos no suele notarse hasta nueve o 18 meses después".

Lagarde ha hecho hincapié en que el BCE sólo retirará su agresiva política de estímulo de tipos de interés negativos de forma gradual y cuando las condiciones lo permitan. "Ahora podemos ajustar -con calma, paso a paso- nuestros instrumentos de política monetaria", ha señalado. "Y cuando los datos económicos lo permitan, lo haremos".

En este sentido, la presidenta del BCE ha recalcado que la situación en los Estados Unidos o Reino Unido, donde los bancos centrales han anunciado subidas de tipos inminentes o han dado comienzo ya a las mismas, no se puede comparar con la zona del euro. "La economía estadounidense está sobrecalentada, mientras que nuestra economía está lejos de eso. Es por eso que podemos, y debemos, proceder con más cautela. No queremos ahogar la recuperación", ha afirmado.

La inflación en la zona euro alcanzó el 5,1% el mes pasado y la Comisión Europea dijo el jueves que espera que la media sea del 3,5% este año, muy por encima del objetivo del 2% del BCE.

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