La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, considera que la recesión suave contemplada en las previsiones de la institución no será suficiente para calmar las presiones inflacionistas en la eurozona.
"Nuestras previsiones contemplan la posibilidad de una recesión suave en la eurozona, pero no creemos que esa recesión sea suficiente para domar la inflación", ha señalado Lagarde en un coloquio organizado por el Banco de Letonia.
En este sentido, la banquera central de la zona euro ha reiterado la determinación del BCE para cumplir su mandato y usar para ello todas las herramientas a su disposición. "Decidiendo reunión a reunión la manera más eficaz de alcanzar nuestra meta", ha subrayado.
Por otro lado, Lagarde ha insistido en las diferentes situaciones en Estados Unidos y la zona euro, después de que la Reserva Federal (Fed) subiera ayer otros 0,75 puntos los tipos de interés, señalando que la inflación estadounidense está impulsada por una fuerte demanda y un mercado laboral con más vacantes que demandantes de empleo, aunque ha reconocido la interdependencia de las economías.
"No somos iguales y no podemos avanzar al mismo ritmo y con el mismo diagnóstico, pero también nos influyen las consecuencias (de las decisiones de la Fed) en los mercados", ha apuntado.
La semana pasada, el Consejo de Gobierno del BCE decidió elevar los tipos de interés en 75 puntos básicos, situando el tipo de interés para sus operaciones de refinanciación en el 2%, su nivel más alto desde enero de 2009.
La institución indicó entonces que con esta tercera subida consecutiva de los tipos había logrado "un avance considerable en la reversión de la orientación acomodaticia de la política monetaria", aunque adelantó que prevé seguir subiendo los tipos para devolver la inflación al objetivo del 2%.