La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha restado importancia a las preocupaciones sobre una recesión en la zona euro, según ha declarado durante su intervención en el Foro anual que se celebra en Sintra (Portugal). No obstante, ha reconocido que el organismo está listo para aumentar los tipos de interés a un ritmo más rápido si es necesario.
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"La inflación en la zona euro es indeseablemente alta y se va a mantener por un tiempo, esto es un gran reto para nuestra política monetaria", ha expresado Lagarde. Las previsiones del BCE apuntan a que la eurozona registre una tasa de inflación general del 6,8% este año, muy por encima del objetivo del banco del 2%.
"Iremos tan lejos como sea necesario para asegurar que la inflación se estabilice en nuestro objetivo del 2% en el medio plazo", ha asegurado la presidenta del organismo europeo.
Lagarde ha confirmado la intención del BCE de aumentar los tipos de interés en 25 puntos básicos en su próxima reunión del 21 de julio. Y "si la perspectiva de inflación a medio plazo persiste o se deteriora, será apropiado un incremento mayor en la reunión de septiembre". "El proceso de normalización de nuestra política monetaria continuará de manera decidida y sostenida", ha añadido, recordando que esta misma semana, el 1 de julio, finalizan las compras netas de activos.
Más allá de septiembre, el Consejo de Gobierno ha acordado que será apropiado un camino "gradual pero sostenido" de aumentos de tipos adicionales. "El punto de partida de cada reunión será una evaluación de la evolución de los 'shock', sus implicaciones para las perspectivas y el grado de confianza que tenemos en la convergencia de la inflación a nuestra meta de medio plazo".
