La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado que la entidad seguirá actuando "sin pestañear" para garantizar la correcta transmisión de la política monetaria en todos los países de la zona del euro, evitando así una subida brusca de los diferenciales exigidos en los mercados a países de la periferia del euro como España o Italia.
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La prima de riesgo española se desploma tras el acuerdo Francia-AlemaniaLa presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado que la entidad seguirá actuando "sin pestañear" para garantizar la correcta transmisión de la política monetaria en todos los países de la zona del euro, evitando así una subida brusca de los diferenciales exigidos en los mercados a países de la periferia del euro como España o Italia.
"Seguiremos actuando sin pestañear", afirma la francesa en una entrevista concedida al diario 'El Mundo', junto al italiano 'Corriere della Sera', el francés 'Les Echos' y el alemán 'Handelsblatt', recordando que, desde que el BCE anunció el 18 de marzo su programa de compras de emergencia contra la pandemia de coronavirus (PEPP), el diferencial italiano ha disminuido considerablemente, así como también lo han hecho las primas de riesgo de España y la de Portugal.
"Debemos asegurarnos de que la política monetaria se transmita a todos los países de la zona del euro, en todos los sectores. Este es el propósito de nuestro instrumento extraordinario, el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP)", añade.
Lagarde considera "absolutamente justificado" este programa de compras de emergencia, a pesar de la enmienda planteada por el Constitucional de Alemania al programa de compra de deuda pública (PSPP), lanzado por el BCE en 2015 y que cuestiona la participación en el mismo del Bundesbank si el instituto emisor no ofrece explicaciones sobre la proporcionalidad del mismo.
"No temo ni por el programa frente a la pandemia (PEPP) ni por el programa anterior, que se refiere a las compras de deuda a partir de 2015 (PSPP)", señala la presidenta del BCE,subrayando que la entidad está sujeta a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. "Seguiremos siendo responsables ante el Parlamento Europeo y explicaremos nuestras decisiones a los ciudadanos europeos", apunta.
En cuanto a la posibilidad de que el Bundesbank, el banco central de Alemania, no siga participando en los programas de compra de deuda del BCE, Lagarde advierte de que, de acuerdo con el Tratado, todos los bancos centrales nacionales deben participar plenamente en las decisiones y en la ejecución de la política monetaria de la zona del euro.
"Cada banco central nacional de la zona del euro es independiente y no puede aceptar instrucciones de los gobiernos. Esto está establecido en los Tratados", defiende.
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Por otro lado, Lagarde considera que las propuestas de la iniciativa franco-alemana para establecer un fondo europeo de recuperación de 500.000 millones de euros "son ambiciosas, concretas y bienvenidas" y allanan el camino para una emisión de deuda a largo plazo de la Comisión Europea y, sobre todo, permiten la asignación de una importante ayuda presupuestaria directa a los Estados más afectados por la crisis.
"Si el plan de recuperación europeo combina las subvenciones comunitarias y los préstamos a muy largo plazo, con tipos de interés bajos, destinados principalmente a los países que más los necesitan, habremos dado un gran paso adelante en la solidaridad financiera europea", sostiene.
En este sentido, la francesa señala que la actual crisis no se corresponde a la situación vivida en 2012, ya que en la actualidad no se trata de una crisis financiera e inmobiliaria que se haya extendido a toda la economía, ni de una crisis en la que un país se ha puesto al margen del resto al haber aplicado una mala política económica.
"Es un golpe simétrico, que afecta a todas las economías al mismo tiempo", sostiene Lagarde, para quien es importante que todos los países vuelvan a arrancar en buenas condiciones utilizando todos los instrumentos disponibles.
De este modo, la presidenta del BCE considera que el esfuerzo para contrarrestar el impacto de la pandemia hasta ahora "ha sido demasiado asimétrico", ya que los países económicamente más débiles, que en algunos casos son los más afectados por el virus, no tienen el margen de maniobra presupuestario para hacer el esfuerzo necesario para que sus economías vuelvan a ponerse en pie.
"Por consiguiente, la solución es un plan de estímulo fiscal europeo rápido y sólido para restablecer la simetría entre los países a medida que salen de la crisis. Claramente, este plan debe proporcionar más ayuda a los países que más la necesitan. Proporcionar esta ayuda colectiva interesa a todos los Estados miembros", afirma.