La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha apuntado este lunes que cualquier ajuste de política económica en Europa será "gradual". Lagarde ha comparecido en el Parlamento Europeo durante el debate del pleno sobre el informe anual del organismo, un discurso durante el cual ha apuntado a que la subida de los precios puede mantenerse en niveles altos más tiempo del previsto.
En su discurso, Lagarde ha apuntado que la política monetaria de Bruselas "depende siempre de los datos", por lo que el BCE permanecerá "atento a los que lleguen" antes de evaluar "cuidadosamente las implicaciones para las perspectivas de inflación a medio plazo".
En particular, el organismo comunitario examinará "cómo el aumento de los precios de la energía se transmitirá a la economía y afectará a las perspectivas generales". Según Lagarde, el aumento de los costes de la energía puede hacer subir los precios directamente, al incrementar el coste de producción, así como indirectamente, al tener efectos de segunda vuelta sobre los salarios.
Además, la subida de precios puede repercutir negativamente en las rentas de los hogares y en los beneficios de las empresas, reduciendo así la actividad económica y frenando las perspectivas de inflación. "En el pasado, la zona del euro ha sido especialmente vulnerable al segundo canal", ha recordado la presidenta del BCE.
Según la evaluación de las perspectivas de inflación del BCE, Lagarde ha declarado que "las condiciones de la demanda en la zona del euro no muestran los mismos signos de recalentamiento que se observan en otras grandes economías", y, por tanto, "aumenta la probabilidad de que las actuales presiones sobre los precios disminuyan antes de afianzarse", permitiendo que se cumpla el objetivo del dos por ciento a medio plazo.
Lagarde ha afirmado que las mediciones basadas en encuestas apuntan a que la inflación "volverá al 2% en 2023 y se mantendrá cerca de este nivel a partir de entonces". Asimismo, el "sólido anclaje" de las expectativas de inflación a largo plazo en la zona del euro es una "evolución tranquilizadora".
En cuanto a los cuellos de botella, ha mencionado que persistirán durante algún tiempo, aunque cree que hay indicios de que empezarán a remitir pronto, lo que permitirá a la economía repuntar con fuerza a finales de año.
La presidenta ha concluido que "la economía de la zona del euro ha seguido recuperándose", si bien "se espera que el crecimiento siga siendo escaso en el primer trimestre". Lagarde ha pronosticado que, aunque las perspectivas de la inflación son inciertas, "es probable que siga siendo elevada durante más tiempo del previsto", aunque disminuirá "a lo largo de este año".