- El consumo de estas carnes puede tener relación directa con el cáncer colorrectal
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido este lunes un informe en el que ha sentenciado que la carne procesada -la que se elabora mediante procesos de ahumado, salado o curado, como el bacon o las salchichas- entra dentro del grupo 1 de sustancias cancerígenas, en el que ya aparecen el tabaco o el amianto. Mientras, la carne roja ha sido incluida en el grupo A2 como "probablemente carcinógena para los humanos".
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Según adelantó el viernes el Daily Mail, la OMS ha propuesto un límite de 20 gramos diarios de bacon, el equivalente a una loncha, cuando hasta ahora la recomendación era de 70 gramos. En cuanto a la carne roja, la agencia, según este medio británico, elevará su riesgo hasta el grupo A2, donde se encuentran las sustancias "probablemente" cancerígenas.
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No obstante, las recomendaciones al respecto no son algo nuevo. Y es que el Código Europeo contra el Cáncer, que recoge hasta 12 consejos para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad, sugiere limitar el consumo de carne roja y de alimentos con alto contenido de sal, así como evitar la carne procesada. Frente a ello instan a consumir más fruta, verdura, carne blanca y pescado.
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Cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente “aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%”
Los expertos han concluido en este informe que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente “aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%”. “Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne procesada”, ha señalado el jefe del programa de Monografías de la IARC, el doctor Kurt Straif, en el informe publicado por la OMS.
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CARNES ROJAS
En la clasificación que ha hecho la OMS, carnes rojas son las carnes que proceden de mamíferos. A continuación, se expone una lista de los productos que pueden entrar en esta categoría:
- Carne de res
- Carne de ternera
- Carne de cerdo
- Carne de cabra
- Carne de cordero
- Carne de caballo
CARNES PROCESADAS
Mientras, a las carnes procesadas se ha referido como “la carne que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor de conservación”, entre los que se encuentran los siguientes productos:
- Bacon
- Salchichas procesadas
- Carnes ahumadas
- Embutidos
- Jamón curado
- Fiambre
¿QUÉ CARNES SON MALAS PARA LA SALUD?
En esta clasificación, que todavía no cuenta con una definición muy extensa, se pueden incluir salsas, carnes enlatadas, embutidos, la mayor parte de las salchichas que hay en el mercado o platos pre cocinados.
De esta forma, hay productos de gran calado, como el jamón serrano o los perritos calientes, que han pasado a ser considerados por la OMS tan nocivos como el tabaco. Por lo general, se ha incluido en esta categoría a todos los productos que han pasado por un proceso industrial.
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¿POR QUÉ PROVOCA CÁNCER?
Las razones por las que un consumo elevado de carne procesada y carne roja podría incrementar el riesgo de padecer cáncer colorrectal no están del todo claras, pero como explica el American Institute for Cancer Research, y se hace eco El Confidencial, hay cuatro mecanismos implicados:
1- Los nitratos
Las sales del ácido nítrico (HNO3) se utilizan para preservar el color y prevenir el deterioro de las carnes procesadas. Estudios de laboratorio han demostrado que estos compuestos provocan la formación de sustancias carcinógenas.
2- El ahumado
Las carnes ahumadas contienen hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH, por sus siglas en inglés), sustancias carcinógenas que se forman cuando la carne alcanza altas temperaturas.
3- La cocción a altas temperaturas
Algunas carnes procesadas (como el beicon o las hamburguesas) suelen cocinarse a altas temperaturas, algo muy habitual en las barbacoas, lo que genera la aparición de los PAH y otras sustancias cancerígenas como las aminas heterocíclicas.
4- El hierro hemínico
Este mineral propio de la carne roja (responsable de su característico color) puede dañar el revestimiento del colón, lo que facilita la aparición del cáncer.
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