La libra vuelve a los niveles pre-Brexit a pesar del apetito por el dólar antes de la Fed

Pero el impulso de la divisa no llega desde el frente político. El responsable es el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) que ha alimentado las expectativas de que la entidad abandone sus mínimos históricos del 0,25% en los tipos de interés mucho antes de lo previsto.

Los analistas de Danske Bank han obrado en consecuencia a las palabras del regulador que deslizó en su comunicado que los tipos subirían antes de lo previsto. Así, han actualizado sus previsiones sobre la política monetaria de la entidad y ahora esperan que "el BoE haga un ajuste en sus tipos en noviembre de este año, cuando antes no creían que tal movimiento llegar antes del primer trimestre de 2018". La nueva realidad a la que se enfrentan los inversores de la libra se refleja en la acción del precio y los operadores vuelan para descontar el alza de las tasas.

Esto también se refleja en el posicionamiento de los especuladores que monitoriza el Chicago Mercantile Exchange. Los datos reflejan como los inversores habían recortado sus posiciones cortas antes del cónclave del regulador monetario, en el que, por otra parte, se mantuvieron intactas sus políticas monetarias por siete votos a favor y dos en contra. Y el posicionamiento se acerca a territorio neutral. No obstante, desde la entidad danesa avisan que "la atención virará hacia el Brexit de nuevo esta semana", ante la comparecencia este jueves de la primera ministra británica, Theresa May.

En cualquier caso, el impulso alcista de la libra es innegable, después de que haya protagonizado una subida de un 3,3% en una semana, que eleva su recuperación, desde los mínimos anuales -y también de casi 30 años-, a un 13,5% en apenas nueve meses. En su cruce contra el euro, la divisa de Reino Unido se cambia en su mejor precio de dos meses, cerca de las 0,8800 libras, con una subida de un 4% en tan solo una semana y lejos del mínimo de ocho años en el que cambiaba hace poco más de 15 días. Por este motivo, Danske Bank ha revisado sus previsiones para el euro/libra y ahora apuestan a que se cambie en 0,86 libras en el plazo de seis a 12 meses.

ESPERANDO A LA FED

Del otro lado del Atlántico, el dólar es el protagonista, ya que la divisa estadounidense se ha llegado a cambiar de manos en su mejor precio de siete semanas contra el yen, en los 111,400 yenes. El euro, por su parte, sigue encapsulado en un estrecho margen, entre el soporte de los 1,1820 dólares y los 1,19500 dólares.

El euro sigue consolidando y se aferra a los 1,1900 dólares

El auge del 'billete verde' frente al yen de la semana pasada ha sido de un 2,8%, impulsado por el alza en los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos y por la mejora del IPC de agosto, que repuntó dos décimas, que ha reavivado las expectativas de que la Reserva Federal sí acometa la tercera subida de tipos de interés proyectada en diciembre.

"Ciertamente hemos visto algún ajuste en las probabilidades de aumento en las tasas de diciembre. Y será la tónica dominante hasta que se celebre la reunión del Comité de Política abierta del banco central", apunta Stephen Innes, jefe de operaciones en Asia-Pacífico de Oanda, refiriéndose a la reunión de política de la Fed de esta semana.

"Esperamos que la Fed anuncie que comenzará a reducir su balance en octubre", señalan los expertos de Danske Bank. En general, se prevé que éste sea un encuentro de transición y que a finales de año empiece el movimiento en cuanto al balance y también a los tipos.