El sector manufacturero español volvió a caer en territorio de contracción en enero ya que la pandemia combinada con la tormenta Filomena y los crecientes retrasos en la entrega de insumos dificultaron la producción y la actividad del mercado. En consecuencia, la pérdida de puestos de trabajo aumentó, aunque la confianza sobre el futuro se mantuvo prácticamente sin cambios frente a su máxima de casi dos años y medio registrada en diciembre de 2020.
De hecho, la presión de los precios se intensificó en medio de informes generalizados de escasez de materias primas, aumento de los costes de transporte y precios más altos de insumos clave como el acero.
Los precios de los insumos en general aumentaron a la tasa más pronunciada en tres años. El índice PMI del sector manufacturero español de IHS Markit ajustado estacionalmente, índice compuesto diseñado para proporcionar una indicación del comportamiento del sector manufacturero, cayó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50,0 en enero, situándose en 49,3, por debajo de 51,0 registrado en diciembre e indicando la segunda contracción marginal del sector en los últimos tres meses.
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La producción manufacturera retrocedió ligeramente en el mes de enero debido principalmente a la reducción de los nuevos pedidos recibidos desde mayo del año pasado. Diversos informes explicaron que la tormenta Filomena, además de las restricciones en la actividad por el coronavirus, afectaron tanto a la producción como a la demanda. La demanda internacional también disminuyó, cayendo levemente por segunda vez en los últimos tres meses.
Asimismo, otro factor adicional que obstaculizó la producción fueron los continuos retrasos en la entrega de los insumos. Los plazos medios de entrega se deterioraron por decimocuarto mes consecutivo, y de forma más abultada desde mayo del año pasado. Algunos encuestados apuntaron retrasos en las entregas de los proveedores asiáticos, mostrando una falta de capacidad de transporte, además de escasez de personal y existencias en las unidades de los proveedores en general. El contratiempo meteorológico afectó también a los desafíos de las entregas.
Estas circunstancias llevaron, en primer lugar, a que las empresas emplearan los inventarios existentes para las necesidades de producción siempre que les fue posible, y el resultado neto fue la contracción mensual más pronunciada de los stocks de compras desde abril del año pasado.
En segundo lugar, los efectos de la escasez de oferta dieron lugar a incrementos de los precios de los insumos a una tasa considerable. De forma general, los costes de los insumos ascendieron al ritmo más acusado en tres años, extendiendo el período de inflación a seis meses. Para contrarrestar al menos parte de este rápido aumento de los costes, los fabricantes optaron de nuevo por aumentar sus tarifas, aunque la contracción actual del mercado restringió la capacidad de fijación de precios por parte de las empresas.
Paul Smith, Economics Director de IHS Markit, ha destacado que "el sector manufacturero español tuvo un desafiante comienzo de 2021, debido a que la tormenta Filomena sumada a la pandemia existente sirvieron para obstaculizar tanto la producción como los niveles de nuevos pedidos recibidos".
"Si bien una perspectiva desfavorable a corto plazo ha dado lugar a recortes de empleo, las cifras de las expectativas pueden arrojar algo de positividad, puesto que mantienen un grado de optimismo consistente con un aumento decente de la actividad en el plazo de doce meses, naturalmente supeditado a que la vacunación tenga éxito y que se observe un claro fin de la pandemia", ha concluido.
