- El yen sube a máximos de una semana contra el 'billete verde'
- Jerome Powell se perfila como relevo de Janet Yellen al frente de la Fed
La investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de los EEUU vuelve a escena. En el marco de las pesquisas, el exjefe de campaña del presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido imputado por conspiración contra EEUU y blanqueo de capitales y los inversores han frenado el auge del dólar, que se ha precipitado a mínimos de una semana contra el yen.
Paul Manafort y su número dos al frente del equipo que llevó al republicano a la victoria hace prácticamente un año, Richard Gates, han sido informados de una imputación con 12 cargos, entre ellos los de conspirar contra Estados Unidos, blanquear dinero, ocultar su labor de agente para un actor extranjero, falsear testimonios y esconder información bancaria. Trump ya se ha pronunciado al respecto y, desde su cuenta en Twitter, ha señalado que los hechos ocurrieron antes de que se ocuparan de su campaña, entre 2006 y 2016.
No obstante, los inversores han preferido extremar la cautela y han frenado sus compras en el dólar. El ‘billete verde’ ha caído a mínimos de una semana contra el yen, por debajo de los 113,00 yenes, mientras el euro se ha mantenido estable alrededor de los 1,1630/50 dólares, consolidando sus recientes pérdidas que lo llevaron a mínimos de tres meses la semana pasada, tras el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) sobre el ritmo de reducción de su política de estímulos, que decepcionó al mercado.
Ni Trump ni su campaña han sido mencionados en la acusación contra Manafort y Gates. Pero los últimos avances en la investigación han lesionado al dólar, ha señalado Stephen Innes, jefe de operaciones en Asia-Pacífico de Oanda en Singapur. Especialmente ha pesado ”en el dólar/yen". Creo que hay un poco de incertidumbre", ha explicado Innes.
JEROME POWELL, PRÓXIMO PRESIDENTE DE LA FED
Pero la operativa del dólar no sólo se ha visto imputada por este acontecimiento. La casi segura elección del gobernador de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, como el próximo presidente del banco central estadounidense.
Se considera que Powell es más moderado en materia política monetaria que otros candidatos para el puesto, especialmente en comparación con el economista de la Universidad de Stanford John Taylor, que se ha perfilado en los últimos días como su principal rival.
EL EURO SIGUE PRESIONADO
Del lado del euro, ni siquiera los impresionantes datos del PIB del tercer trimestre y de empleo de la zona euro han logrado revivir la operativa en la moneda única. El PIB ha avanzado en rango anual hasta el 2,5% en el tercer trimestre, los niveles más altos desde 2011, y la tasa de desempleo cayó a un mínimo no visto dese 2009 en el 8,9%, sin embargo, el euro se ha enfocado en la estimación de la inflación para octubre, señala Kathleen Brooks, analista de Gain Capital. El dato ha sido más débil de lo esperado, con la tasa subyacente en 0,9%, el nivel más bajo desde mayo, mientras que la inflación global también ha cedido hasta el 1,4%.
La reacción inmediata del mercado ha sido la de enviar al euro a nuevos mínimos diarios, erosionando la mitad de las ganancias del lunes. Desde el punto de vista del análisis técnico, la moneda apunta a niveles de precio cercanos a los 1,13 dólares. Pero José María Rodríguez, analista de Bolsamanía indica que "un cierre por encima de los 1,17 con holgura dejaría las puertas abiertas a que la potencial formación correctiva fallara y cuando esto ocurre suele girarse de nuevo al alza con violencia".
LA LIBRA SE PREPARA PARA LA SUBIDA DE TIPOS
En cuanto a al otra divisa que acapara protagonismo esta semana, la libra, ha consolidado sus recientes ganancias esta semana, mientras el mercado se preparaba para una subida de tipos del Banco de Inglaterra este jueves, cuando los inversores analizarán el estado del banco para la dirección futura de las tasas de interés.
Con la continua incertidumbre sobre el Brexit y una mezcla de resultados irregulares para la economía británica, es probable que el alza de tasas esperada sea una medida única, según los analistas, en lugar del comienzo de un ciclo de ajuste completamente desarrollado.
"Si no hay alza, lo cual es completamente posible, la libra se venderá con fuerza, se desplomaría", avisa Neil Jones, analista de Mizuho.