- Su política monetaria pasará de ser acomodaticia a neutral o restrictiva
- "En algún momento, será necesario revisar el lenguaje", aseguran varios de sus miembros
Algunos miembros de la Reserva Federal han comenzado a plantear la necesidad de un cambio en la política monetaria del banco central, desde una postura "acomodaticia" mantenida para combatir la Gran Recesión que comenzó en 2008, hasta una postura más "neutral" o "restrictiva" para la actividad económica.
Es una de las principales novedades de las actas de la última reunión del banco central de EEUU, que han sido publicadas este miércoles.
Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el comité ejecutivo de la Fed, acordaron que "los tipos de interés a largo plazo serán más bajos que en el pasado, en parte por las fuerzas seculares que han presionado a la baja los tipos de interés reales".
No obstante, "varios miembros" del FOMC sugirieron que "en algún momento, será necesario revisar el lenguaje" que utiliza la Fed en sus comunicados para anticipar que "con el tiempo, la política monetaria probablemente pasará gradualmente de una postura acomodaticia a ser un factor neutral o restrictivo para la actividad económica".
Este debate en la Fed no se ha producido en los últimos 10 años, desde que el banco central comenzó a aplicar en 2008 una serie de estímulos monetarios sin precedentes en la historia económica para combatir la crisis económica más importante en EEUU desde la Gran Depresión de 1929.
La Fed ya ha comenzado a endurecer "gradualmente" su política monetaria, aunque el gran reto del nuevo presidente, Jerome Powell, será equilibrar las subidas de los intereses y la reducción del balance con una economía en expansión que disfruta del segundo ciclo expansivo más largo de la historia del país, con 106 meses consecutivos de crecimiento.
Tras la subida de los intereses realizada en marzo, el mercado espera que la Fed aumente los tipos dos veces más en 2018, aunque algunos analistas estiman que puede hacerlo hasta tres veces. En cualquier caso, sería un endurecimiento suave que no alteraría demasiado a los mercados mundiales.
Los expertos de Barclays comentan que el cambio de sesgo de la política monetaria "no es una sorpresa, ya que las futuras subidas de tipos provocarán una tasa de interés real positiva ajustada por la inflación". Desde el banco británico, añaden que "sería inapropiado describir la política monetaria como acomodaticia" y esperan que este cambio de sesgo "tenga lugar a final de año, tal vez en septiembre o diciembre".
EL GRAN TEMOR DEL MERCADO
Pero el gran temor del mercado es que los planes de la Fed salten por los aires y el proceso "gradual" de endurecimiento monetario se convierta en un endurecimiento "drástico", como recientemente ha comentado el consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon.
Dimon señaló hace unos días que el mercado podría estar subestimando la posibilidad de que la Fed tenga que actuar más rápido en la normalización de su política monetaria frente al ritmo que todo el mundo piensa. "La expansión cuantitativa (QE) nunca se había llevado a cabo a tal escala y no conocemos con exactitud los innumerables efectos que está teniendo sobre los activos, la confianza, los gastos de capital u otros factores", advirtió.
Dimon considera que tampoco es posible anticipar los efectos de su reversión masiva.
Por esto, Dimon considera que tampoco es posible anticipar los efectos de su reversión masiva. "Tenemos que lidiar con la posibilidad de que, en algún momento, la Fed y otros bancos centrales deban tomar medidas más drásticas de las que actualmente se anticipan", aseveró el banquero.
Un escenario bajo el cual cree que esto podría suceder es si la inflación y los salarios crecen más de lo previsto. "Creo que muchas personas subestiman la posibilidad de una mayor inflación y salarios, lo que significa que se podría estar subestimando la posibilidad de que la Fed tenga que subir los tipos de interés más rápido de lo que todos esperamos", subrayó.
VOLATILIDAD EN LOS MERCADOS
Un contexto en el que la Fed tuviera que aumentar los tipos más rápido o vender más activos podría generar una mayor incertidumbre y, por ende, más volatilidad en el mercado, pues los precios de los activos deberán ajustarse a un entorno "nuevo y tal vez no tan positivo".
"Existe el riesgo de que los mercados volátiles y en declive puedan dar lugar a un pánico generalizado en el mercado"
"Que esto pueda llevar a una recesión no lo sabemos". No obstante, recordó que el expresidente de la Fed, Paul Volcker, se vio obligado un sábado por la noche de 1979 a subir los tipos en 100 puntos básicos por el grave problema de la inflación. En la jornada bursátil que le precedía, la tasa de fondos de la Fed aumentó en más de 200 puntos básicos.
"Existe el riesgo de que los mercados volátiles y en declive puedan dar lugar a un pánico generalizado en el mercado. Los mercados financieros tienen vida propia y a veces apenas están conectados con la economía real. La mayoría de las recesiones más importantes en el mercado desde la Gran Depresión reflejan expectativas negativas futuras debido a una recesión potencial o real", explicó.
En casi todos los casos de 'shocks', las bolsas cayeron, las pérdidas crediticias aumentaron y los diferenciales de crédito aumentaron, entre otras interrupciones. "El mayor efecto negativo de los mercados volátiles es que puede crear pánico en el mercado, lo que podría comenzar a desacelerar el crecimiento de la economía real", argumentó Dimon.
Con todo, admitió que actualmente los mercados están mejor preparados para una crisis potencial gracias a la existencia de más garantías y requisitos de liquidez, mientras que los consumidores se encuentran, en términos de salud económica, en un estado más saludable, por lo que el riesgo de pérdidas masivas por hipotecas es menor.
En cualquier caso, la Fed ya se plantea, por primera vez en 10 años, que su política monetaria tendrá que ser "neutral" o "restrictiva" cuando se produzca la próxima crisis.