Mario Draghi, presidente del BCE.

La era del exceso masivo de liquidez en la Zona Euro, cortesía del Banco Central Europeo (BCE), está a punto de alcanzar su punto máximo.

La pasada semana, los prestamistas devolvieron 9.000 millones de euros de prestamos que el BCE repartió entre 2014 y 2016, cuando el bloque europeo se tambaleaba al borde la deflación. Esto, mientras el próximo mes, el banco central recortará su programa mensual de compra de bonos en 15.000 millones de euros antes de poner fin al mismo a finales de año.

En un discurso pronunciado hace dos semanas, y recogido por Bloomberg, el economista jefe del BCE, Peter Praet, presentó un modelo que proyecta un exceso de liquidez que alcanzará un máximo de cerca de 2 billones de euros hacia finales de este año y que caerá por debajo de los 500.000 millones en 2022.

Praet se mostró satisfecho con esta posible tendencia que refleja el sólido crecimiento económico de la Zona Euro, incluso frente a riesgos como el proteccionismo comercial de Estados Unidos. Sin embargo, el conjunto de medidas de estímulo adoptadas por el presidente Mario Draghi en los últimos años ha atenuado el rendimiento de los bonos, debilitado a la moneda única e impulsado las acciones para promover la recuperación de la región, lo que suscita la preocupación de que cualquier endurecimiento sea un obstáculo más para una expansión ya de por sí lenta.

El BCE considera que los préstamos, conocidos como TLTROs, y la relajación cuantitativa significan que el bloque está bien situado para hacer frente a unos costes de endeudamiento ligeramente más elevados a medida que disminuye el exceso de liquidez. Los responsables del banco central esperan mantener sin cambios los tipos de interés oficiales "al menos durante el verano de 2019", y han reconocido las expectativas del mercado para una subida a finales del próximo año.

DRAGHI TAMBIÉN ES OPTIMISTA

En su intervención de la pasada semana ante el Comité Económico y Monetario del Parlamento Europeo, el presidente del BCE, Mario Draghi, reafirmó también su visión optimista sobre la economía de la Zona Euro, que espera que continúe creciendo pese a las amenazas del proteccionismo, la vulnerabilidad de los mercados emergentes y la volatilidad en los mercados financieros. En este sentido, los expertos de Link Securities recuerdan que el BCE revisó recientemente a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía de la Zona Euro hasta el 2,0% en 2018 y hasta el 1,8% en 2019 (ambos una décima) principalmente como consecuencia de la mayor debilidad del comercio global.

Draghi dijo también que "la inflación armonizada se moverá probablemente en los actuales niveles durante los próximos meses y alcanzarán el 1,7% cada año entre ahora y 2020". En su opinión, "este perfil de estabilidad se oculta tras una contribución cada vez más lenta de los componentes subyacentes del índice general, y un relativamente vigoroso repunte de la inflación subyacente".

Las declaraciones de Draghi sobre la evolución de la inflación ante el mencionado Comité tuvieron un impacto inmediato en los mercados financieros de la región. "Los bonos bajaron, con el consiguiente repunte de las rentabilidades y el euro se revalorizó frente al dólar. En las bolsas, los valores que compiten con los bonos por el favor de los inversores, los que ofrecen como mayor atractivo elevadas rentabilidades por dividendo, giraron a la baja", indican los expertos de Link Securities.

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