Alemania disparó su economía a niveles récord en el tercer trimestre del año, antes de que los rebrotes hayan obligado a nuevas medidas de confinamiento. Su producto interior bruto (PIB) se disparó un 8,2%.
Es el mejor dato desde que hay estadísticas trimestrales, que se empezaron a elaborar en 1970. De hecho, el crecimiento ha sobrepasado las expectativas. Por ejemplo, los economistas consultados por Reuters preveían un alza del 7,3%.
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El despegue de la economía alemana se ha construido sobre el consumo privado, la inversión en bienes de equipo y las exportaciones, según la oficina de estadísticas germana. Llega después de cerrar el segundo trimestre del año, el más impactado por la crisis del coronavirus, con un desplome de la economía alemana del 10%.
El crecimiento del PIB en estos meses estivales coincide con la mejora del dato anual de PIB adelantado por el Gobierno de Angela Merkel. Su estimación actual señala una caída en términos anuales del 5,5%; frente a la caída previa contemplada en el 5,8%.
De cara a 2021, la previsión del Gobierno alemán contempla un crecimiento anual del 4,4%.
