La canciller alemana Angela Merkel visitará a Trump en la Casa Blanca el 14 de marzo

Este encuentro será el primero de Trump y Merkel desde que el republicano tomó posesión del cargo el pasado 20 de enero

También una fuente cercada al Gobierno germano citada por Europa Press ha confirmado la celebración de esta reunión, una noticia que se acaba de conocer pero que ya está despertando mucho interés. Este encuentro será el primero de Trump y Merkel desde que el republicano tomó posesión del cargo el pasado 20 de enero, ya que hasta el momento sólo habían hablado por teléfono.

El presidente de EEUU ya se ha reunido con otros dirigentes, como el primer ministro japonés, Shinzo Abe, o la primera ministra británica, Theresa May, que fue la primera líder europea en entrevistarse con él tras su llegada a la Casa Blanca. Sin embargo, esta es una de las citas más importantes de su agenda hasta ahora.

Todavía se desconocen los detalles de este encuentro, aunque se especula con que Merkel y Trump podrían hablar de la situación de la Unión Europea y de la salida de Reino Unido del club, el conocido como 'Brexit', así como del papel actual de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que el estadounidense ha criticado en numerosas ocasiones. Y eso sin olvidar que Trump cargó contra la política de acogida de refugiados de Alemania durante la campaña electoral, que posteriormente ha usado para justificar su veto migratorio, por lo que ese es otro asunto que podrían poner sobre la mesa ambos dirigentes en su próximo encuentro.

REUNIÓN CON PENCE

La canciller alemana ya ha tenido ocasión de reunirse con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence. Fue a finales de febrero, en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC). Allí el 'número dos' del Ejecutivo de EEUU reiteró el compromiso de Trump con la OTAN y con Europa, aunque pidió a los socios más inversión en materia de defensa.

Precisamente este viernes Pence es noticia porque, según parece, podría haber usado una cuenta de correo electrónico privada para tratar asuntos públicos cuando era gobernador en el estado de Indiana. Una acusación similar a la que vivió Hillary Clinton y que Donald Trump utilizó como principal arma arrojadiza en la campaña.