Europa

El premio Nobel de Economía Paul Krugman, defiende en su blog las políticas keynesianas frente a “las nuevas ideas” que impusieron austeridad en Europa, y condenaron a la zona euro a una más lenta recuperación que Estados Unidos.

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“Hubo mucha burla en las predicciones de economistas keynesianos, entre los que me incluyo, sobre que las tasas de interés se mantendrían bajas a pesar de los enormes déficit presupuestarios, que la inflación sería moderada a pesar de la compra de bonos de la Fed, y que el recorte en el gasto público deprimiría aún más al gasto privado. Pero todas esas previsiones se hicieron realidad”, recuerda Paul Krugman en su último artículo en The New York Times.

El economista estadounidense repasa la marcha de la economía europea frente a la estadounidense desde la crisis financiera de 2008 y 2009. La renta per cápita de la zona euro sigue por debajo de los niveles de 2007, en la peor marcha de la economía europea desde los años 30.

Para Krugman, el problema ha radicado en que los gobernantes europeos no siguieron los modelos básicos de macroeconomía, sino que apostaron por nuevos enfoques que han supuesto una importante divergencia entre Estados Unidos y el viejo continente. Mientras que la primera economía global siguió la propuesta keynesiana tradicional de política monetaria y fiscal expansiva, aunque Obama perdió tiempo con la negociación de presupuestos, Europa tiró por la ventana los manuales de economía, escribe el economista norteamericano.

Así, la Comisión Europa defendió la “austeridad expansiva”. Mientras que el Banco Central Europeo (BCE) elevó tipos de interés en 2011 a pesar del alto nivel de desempleo. Los políticos europeos se justificaron con un trabajo de los investigadores de Harvard Alberto Alesina, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, que resultó ser erróneo.

Krugman asegura que la crítica habitual de que la política fracasó porque la teoría económica no proporcionó instrumentos para luchar contra la crisis es injusta. Más bien, algunos políticos no han querido escuchar. El premio Nobel cita a Wolfgang Schaüble, ministro de Finanzas de Alemania. “Rechaza todo lo que sabemos de macroeconomía. En su mundo, la austeridad conduce a confianza, la confianza genera crecimiento, y si no estás trabajando para tu país, es que no estás haciendo las cosas bien”.

El columnista de The New York Times opina que las nuevas ideas económicas de los últimos años, lejos de ayudar a solucionar el problema, han sido parte de éste. “Nos hubiera ido mucho mejor si hubiéramos seguido la macreconomía tradicional, que se ve mejor que nunca”.

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