La economía española ha mostrado un comportamiento mejor de lo esperado en 2023, situándose por encima de la media de la eurozona y de sus princapales socios comerciales. No obstante, esta fortaleza se debilitará durante el presente año, cuando se prevé que registre un crecimiento del 1,5%, según el informe "KPMG Global Economic Outlook".
"Pero si el crecimiento en 2023 fue perdiendo fuerza durante año, esperamos que la actividad gane fuerza a lo largo de 2024. El impacto del ajuste monetario podría alcanzar su máximo hacia finales de 2023 y principios de 2024. Pero la disminución constante de la inflación general y subyacente en la eurozona apunta a condiciones monetarias estables –o incluso más relajadas– a medida que avanzamos hacia el próximo año", remarcan los estrategas de la firma.
Para este 2024, desde KPMG también creen que los salarios crecerán más rápido que la inflación, lo que desacelerará la creación de empleo, pero también la demanda interna a través del consumo privado.
"Aunque España mantendrá un saludable superávit en sus cuentas exteriores, no se espera que la demanda externa contribuya al crecimiento en 2024. En consecuencia, se prevé que la tasa de desempleo siga disminuyendo, pero a un ritmo mucho más lento que en 2022 y 2023", añaden.
En este sentido, las previsones indican que la tasa de desempleo bajará hasta el 11,6% en este año, y seguirá moderándose en 2025, cuando alcanzará el 11,3%.
En cuanto a la evolución de los precios, en KPMG estiman una nueva reducción de la inflación general promedio hasta el 3,4%, y acercándose al obejtivo del Banco Central Europeo (BCE) el próximo año, cuando se ubique en el 2,3%.
"Una de las cuestiones clave que afectarán a la inflación en 2024 es el alcance de la esperada eliminación gradual de las medidas gubernamentales implementadas para mitigar el impacto de los altos precios de la energía y los alimentos. Si esto no se completa, la cifra final de inflación podría ser un poco menor, pero lacompensación será un pequeño aumento del déficit público".
Respecto a la situación fiscal, en la firma consideran que el déficit será de alrededor del 4% del PIB en 2023, con una relación deuda pública/PIB cayendo al 108% desde el 120% en 2020. "Sin embargo, la mayor parte de la reducción esperada del déficit y la deuda públicos se explica por el ciclo económico y por el aumento del PIB nominal", matizan.
Para continuar con esta tendencia y alcanzar el objetivo de un déficit del 3% del PIB en 2024, "el Gobierno tendría que eliminar progresivamente la mayoría de las medidas fiscales implementadas para contrarrestar el impacto de la alta inflación. Éste es probablemente el desafío más importante al que se enfrentará el recién elegido gobierno español en el frente económico en el corto plazo", concluyen en KPMG.