- Considera que con algo de experiencia y confianza se puede administrar una cartera con garantías
- Recomienda fondos de gestión pasiva por su capacidad de replicar índices con un coste bajo
No hay recetas mágicas para invertir. Pero sí es necesaria, aunque no suficiente, una formación financiera en el inversor que le permita gestionar con garantías su cartera o contratar asesoramiento sin riesgos de pagar por un servicio deficiente. “En general, la gente parece creer que con leer el periódico o escuchar las noticias ya le alcanza para poder gestionar bien sus ahorros, pero eso dista de ser cierto”, advierte Javier Estrada, economista y profesor de dirección financiera del IESE.
Estrada considera que el nivel de formación de los inversores particulares en España “es bastante bajo”. Así, la mayoría carece de capacidad suficiente para gestionar sus inversiones o para saber cómo y cuándo contratar un asesor, puesto que “el asesoramiento gratis suele estar lleno de conflictos de intereses: lo que no se cobra por un lado se cobra por algún otro”, subraya el profesor, doctor en Economía por la Universidad de Illinois Urbana-Champaign. Así, pone como ejemplo que hay asesores que recomiendan gratis fondos de su propia entidad, “posiblemente caros”. “Estoy cobrando, y quizás mucho, pero de una forma encubierta. Sin embargo, la gente piensa que este tipo de asesoramiento es gratis”, sentencia.
El resultado de este déficit de educación financiera se traduce en carteras “inapropiadas” para los objetivos de cada inversión, avisa Estrada. Precisamente para cubrir esta necesidad imparte junto con Enrique Chinchilla, colaborador científico de Dirección Financiera del IESE, el programa 'Cómo gestionar mi cartera de inversión'. El curso, que se imparte de forma intensiva durante dos días entre el 23 y 24 de noviembre, está dirigido a “todas aquellas personas que deseen mejorar la gestión de su cartera y sus ahorros personales”. Por lo tanto, el público objetivo son inversores particulares, no institucionales, sin que sea necesario contar con conocimientos financieros previos.
El asesoramiento gratis suele estar lleno de conflictos de intereses: lo que no se cobra por un lado se cobra por algún otro
El objetivo del programa del IESE es otorgar herramientas para poder gestionar una cartera básica de inversiones. Para lograr esta meta el temario consta de contenidos sobre clases de activos, productos financieros, variables esenciales que se deben conocer, pasos para construir y mantener la cartera, qué carteras se deben usar de referencia, psicología enfocada a la inversión, qué recursos consultar en Internet, el marco fiscal del ahorro y, para terminar, una visión global de todo lo anterior.
“El nuestro no es un programa de tres recetas mágicas para ganar mucho dinero en poco tiempo y sin riesgos. Eso es de charlatanes. El nuestro es un programa que intenta proveer a los participantes de una visión general, integral y práctica de los conocimientos necesarios para que todo inversor individual pueda gestionar apropiadamente su cartera”, resume Estrada.
CÓMO Y EN QUÉ INVERTIR
El profesor del IESE cree que aunque “a corto plazo todo puede pasar”, ganar al mercado “a largo plazo es prácticamente imposible”. “Uno de los consejos en nuestro programa es que ni siquiera se intente, y hay mucha evidencia que mostramos para convencer a los participantes”, añade Estrada. Por ello, desconfía de los fondos de gestión activa o de la inversión directa en acciones o bonos. Por el contrario, recomienda a los inversores particulares no profesionales vehículos de gestión pasiva, ya sean fondos indexados o ETF: “Al revés que los fondos de gestión activa, que son muy caros y cuyos gestores rara vez cumplen el objetivo de superar a sus índices de referencia, los fondos pasivos son muy baratos y muy buenos en cumplir el 'humilde' objetivo de replicar a sus índices de referencia”.
La evidencia empírica muestra que a largo plazo esta filosofía bate al estilo 'growth' o de crecimiento, que apuesta por empresas con potencial de incrementar sus beneficios
Sobre la decisión de que un inversor contrate un asesor o ahorre el coste y construya su cartera por sí solo, “depende de cada persona, de su experiencia y de su confianza”, argumenta el profesor del IESE: “Alguien que pasa por nuestro programa en general puede hacerlo solo. Pero también es perfectamente plausible que alguien que ve todo el material por primera vez necesite el 'empujón' de un asesor. En este segundo caso, tendrá la gran ventaja de saber cómo interactuar con él, y de saber qué cosas importantes tiene que preguntar o discutir con él”.
En los últimos meses se ha puesto el foco mediático de la industria de activos bajo gestión en el estilo de inversión 'value' o valor, en el que la inversión se centra en empresas con una valoración intrínseca estimada más alta que la otorgada por el mercado a través de su cotización actual. Estrada recuerda que la evidencia empírica muestra que a largo plazo esta filosofía bate al estilo 'growth' o de crecimiento, que apuesta por empresas con potencial de incrementar sus beneficios. “Generalmente, los inversores no tienen la paciencia y la disciplina que requiere el enfoque de valor. Si algún inversor cree que tiene estas dos características, tanto las empresas de valor como las de baja capitalización son una buena manera de sesgar la cartera para el medio/largo plazo”, matiza Estrada.
El profesor del IESE es también asesor financiero de Sports Global Consulting Investments, empresa especialista en asesorar a deportistas profesionales con sus inversiones. El alto poder adquisitivo y la capacidad de ahorro de los deportistas no siempre van acompañados de una gestión eficaz, lo que sirve como ejemplo para demostrar la importancia de construir y mantener carteras eficientes: “Muchos tienen buena parte de su dinero en inversiones de muy baja liquidez, altos costes de mantenimiento, etc. No debería sorprender a nadie la cantidad de deportistas que están arruinados antes de los 40 años”.