Italia está bajo presión. Bruselas ha activado el procedimiento para sancionar al país por no haber tomado medidas para reducir su deuda. El vice primer ministro, Luigi Di Maio, ha pedido a la Unión Europea (UE) que revise las reglas de déficit, a lo que el comisionado de economía europeo, Pierre Moscovici, ha respondido que corresponde a Italia demostrar las pruebas de que tiene la intención de controlar su deuda.
Un día después de que la Comisión Europea (CE) dijera que la creciente deuda pública de Italia infringió las normas de la UE, abriendo el camino para posibles procedimientos disciplinarios, Di Maio cree que las reglas de déficit de la UE deben ser revisadas para excluir los gastos de inversión de los cálculos de déficit-PIB. A lo que ha añadido que el Gobierno italiano no permitirá que la UE imponga la austeridad a Italia.
Di Maio dice que el Gobierno italiano no permitirá que la UE imponga la austeridad a Italia
La respuesta de Moscovici no ha tardado en llegar, poniendo el foco de la presión sobre Italia, al afirmar que correspondía a Roma demostrar que estaba controlando su déficit y su deuda.
"Corresponde a Italia soportar la carga de la prueba de que está reduciendo sus déficits y su deuda". "Mi puerta está abierta para hablar, escuchar y tomar nota", ha asegurado a la comisión de asuntos europeos de la cámara baja del Parlamento de Francia.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, considera que Italia necesita una gran corrección de déficit para este año, además de para evitar un procedimiento disciplinario europeo, por el deterioro de las finanzas públicas.
"Lo que se necesita es una corrección sustancial del déficit en 2019 y 2020", ha dicho a una entrevista al diario La República. Dombrovskis también cree que una reforma planificada de reducción de impuestos respaldada por la Liga, que gobierna en coalición con el Movimiento 5 Estrellas, podría ser muy costosa y ayudar a deteriorar aún más las finanzas públicas de Italia.
Los analistas de Barclays explica que, "mientras que en el lado de la CE parece haber intención de evitar abrir el procedimiento siempre que Italia tome las medidas necesarias para corregir el deslizamiento identificado, hay poca claridad sobre lo que el Gobierno podría hacer". No descartan que, dependiendo de las condiciones previas específicas y las presiones del mercado, el Gobierno, y en particular la Liga, puede aprovechar la situación para diseñar una crisis de política.
