El IPC de Reino Unido subió en diciembre un 0,6% frente al 0,3% de noviembre. La lectura se sitúa ligeramente por encima de la previsión del +0,5% de los analistas.
La aceleración interanual de la inflación fue impulsada por el aumento de los precios de las bebidas alcohólicas y el tabaco, y los juegos de ordenador y la cultura.
Los precios al consumidor se mantuvieron estables en diciembre en comparación con el mes anterior, según los datos. La tasa de inflación se mantiene muy por debajo del objetivo del 2% del Banco de Inglaterra.
"Es prudente no sacar demasiadas conclusiones de los precios al consumidor en este momento, porque los niveles de actividad económica están muy distorsionados. Si bien la inflación parece estar bien contenida, existe una creciente preocupación de que pueda empezar a ser un problema una vez que se levanten las restricciones sociales, a medida que se desencadene una ola de demanda de consumo contenida. El estímulo del banco central, el dinero del Gobierno y los altos niveles de ahorro en efectivo acumulados durante el cierre apoyan la tesis de que el genio de la inflación puede salir de la botella en el próximo año", apunta Laith Khalaf, analista financiero de AJ Bell.
