El IPC de noviembre en Estados Unidos centra la atención de los mercados este miércoles, especialmente porque llega a falta de una semana para la última reunión de política monetaria del año de la Reserva Federal, para la que los analistas esperan ampliamente un recorte de 25 puntos básicos, a pesar del posible repunte inflacionario que puede deparar el informe de noviembre.
La previsión del consenso de analistas anticipa un repunte de una décima para el índice general, que se ubicaría en el 2,7% en tasa interanual, mientras que la tasa subyacente se mantendría sin cambios en el 3,3%. De confirmarse este pronóstico, la inflación estadounidense se alejaría un poco más de la meta del banco central del 2%, en un contexto de renovadas preocupaciones sobre los precios por los efectos esperados de las políticas de Donald Trump.
"Se espera que el IPC de EEUU se acelere ligeramente hasta el 0,3% intermensual para la cifra principal, mientras que la cifra básica mostrará la misma tasa de crecimiento. Se espera que la inflación interanual sea del 2,7% y el 3,3%, respectivamente, lo que todavía es demasiado alto", comentan los analistas de Rabobank.
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Powell (Fed): la fortaleza económica permite un enfoque "precavido" con los tiposPor ahora, los mercados siguen esperando con un 86% de probabilidad un recorte de 25 puntos básicos (pb) en la reunión que el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) mantendrá el próximo 18 de diciembre, y analistas como Stephen Innes, gestor de SPI Asset Management, también apoyan esta posibilidad.
"La semana del IPC podría causar sensación en los círculos de analistas, pero esta vez los parqués no hablan mucho de la presión sobre los precios. La Reserva Federal y los mercados parecen discretamente convencidos de que tienen la inflación en el retrovisor, incluso si no lo gritan a los cuatro vientos. Las instantáneas económicas recientes (un informe de empleo que envía señales contradictorias y una caída sorprendente en el sector de servicios del ISM) nos están acercando a un recorte de tasas cuando la Reserva Federal se reúna en diciembre", detalla.
Al mismo tiempo, continúa, "todos los ojos están parcialmente puestos en el horizonte", concretamente en lo que sucederá a partir del 20 de enero, fecha en la que Trump iniciará su segunda etapa como presidente de EEUU. Sus promesas electorales, especialmente los aranceles y las deportaciones de inmigrantes, amenazan con hacer resurgir las presiones inflacionarias, y de paso con alterar la senda esperada por la Fed en su ciclo de recortes de tipos.
La mayoría de analistas da por hecho un ligero repunte dela inflación en noviembre que no impedirá un recorte de 25 pb dentro de una semana, aunque algún experto se muestra menos convencido y ve posible que la Fed se vea obligada a modificar su decisión en el último momento por la subida de la inflación.
"Si los datos del IPC son más calientes de lo esperado, es probable que la decisión de la Reserva Federal a finales de este mes esté más ajustada. Powell no hizo ningún esfuerzo por cambiar la orientación hacia un recorte de tipos en diciembre cuando habló a principios de la semana pasada", asegura Neal Keane, director de operaciones de ventas globales de ADSS.
Los analistas de Oxford Economics apuntan que "los precios de la gasolina están a punto de subir un 0,9%, su primer aumento mensual desde julio", y anticipan también "cierta firmeza en la inflación de los alimentos basada en los precios mayoristas".
"Esperamos otra ganancia en el IPC de vehículos usados y una mayor rigidez en los precios de la vivienda", añaden.
LA PERSPECTIVA GENERAL
A pesar de su importancia, el IPC será una pincelada más del panorama general en EEUU, cuya economía está resistiendo mejor de lo esperado, al igual que el mercado laboral. Los analistas de la firma británica recuerdan que este jueves se conocerán los precios de producción del mes de noviembre, que junto con el IPC brindará un buen anticipo "de qué esperar del deflactor PCE, la medida de inflación preferida de la Reserva Federal".
La semana pasada, el presidente de la Fed, Jerome Powell, aseguró que la fortaleza que estaba mostrando la economía estadounidense permite al organismo adoptar un enfoque de cautela a la hora de abordar los recortes de tipos, por lo que la atención del banco central no se encuentra ya solo en la inflación.
En este sentido, el pasado viernes se publicó el informe laboral de noviembre, que superó las previsiones al mostrar la creación de 227.000 nuevos puestos de trabajo en el penúltimo mes del año.
"Hay mucho ruido en el empleo mensual reciente debido a los huracanes y las huelgas, pero separar la señal del ruido revela que el mercado laboral se ha debilitado pero sigue en buena forma. El informe sobre empleo de noviembre aumenta nuestra convicción en la previsión de que la Reserva Federal seguirá normalizando los tipos de interés en diciembre antes de hacer una pausa en enero", concluyen en Oxford.