ep archivo   varias gruas en una zona de edificios de viviendas
David Zorrakino - Europa Press - Archivo

Después de unos meses movidos para el sector inmobiliario español, afectado por los vaivenes en las compraventas y las subidas y recortes de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), la demanda de vivienda cogerá impulso en 2025, cuando se registrarán aumentos de entre el 2% y el 3%, tras un ajuste de operaciones de entre el 4% y el 5% interanual en 2024.

Son las previsiones que refleja Solvia en su último análisis del mercado residencial realizado trimestralmente. Estiman que, ante la bajada de los tipos de interés anunciada por el BCE y la previsión de que los precios mantengan una tendencia alcista que dificulte la compra más adelante, las operaciones podrían experimentar un nuevo impulso que suavice su descenso respecto a 2023.

Así, ven probable que este año mantenga la tendencia de estabilización iniciada en 2023 y, para el final de 2024, calculan que el volumen de transacciones de compraventa se reducirá entre un 4% y un 5% en comparación con el año anterior.

Una tendencia que atribuyen, principalmente, a "la limitada oferta disponible en el mercado y a la persistencia de unos tipos de interés que, aunque han mostrado un ligero descenso, todavía se consideran relativamente elevados".

"Si los tipos de interés continúan descendiendo podría generarse un entorno de crédito más accesible, lo que podría atraer a nuevos clientes. No obstante, la oferta sigue siendo muy limitada y está disminuyendo progresivamente, por lo que, previsiblemente, el año terminará con una ligera reducción en el volumen de nuevas contrataciones hipotecarias.", señalan.

De cara a 2025, aseguran que la demanda podría coger impulso y cerrar el ejercicio con aumentos de alrededor del 2% y del 3%.

Sobre la evolución de los precios, desde la firma de servicios inmobiliarios vaticinan un leve repunte, con lo que podrían aumentar un 3% de cara al cierre de 2024, una tendencia que se mantendrá también en 2025.

Un comportamiento que estaría impulsado, en gran medida, por la escasez de oferta en el mercado inmobiliario, un factor determinante en este sentido: "La persistente falta de inmuebles disponibles sigue ejerciendo presión sobre el mercado, lo que, junto a la demanda constante, mantendrá la tendencia de aumentos hasta el final del año".

Por otro lado, en lo referente al alquiler, ven previsible que el coste de las rentas continúe en ascenso a lo largo de 2024 y que los precios de los arrendamientos experimenten un incremento por encima del 10%. Una tendencia al alza que se verá impulsada principalmente por la persistente escasez de propiedades disponibles y la creciente demanda, en gran medida debido a las dificultades que enfrenta una parte significativa de la población para acceder a la propiedad.

"Además, este mercado está experimentando los principales efectos de la nueva ley de vivienda, que está comenzando a transformar el mercado inmobiliario. En particular, la implementación de límites en los precios en las zonas de alta demanda está provocando que muchos propietarios opten por trasladar sus inmuebles hacia el sector turístico en busca de una mayor rentabilidad, contribuyendo a una mayor gentrificación en ciertas áreas urbanas", explican.

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