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España crecerá un 0,9% en 2023, menos que en 2022 pero por encima de la media de la eurozona, según ha publicado este jueves ING en su informe 'Perspectivas de la economía española 2023'.

Aunque el consumo seguirá bajo presión, ya que la inflación erosionará aún más el poder adquisitivo y disminuirá el valor de los ahorros en 2023, el banco explica que la economía española se verá impulsada por el sector servicios, especialmente por la recuperación definitiva del turismo, además del despliegue de los Fondos Next Generation de la Unión Europea.

LAS PRESIONES INFLACIONISTAS SUBYACENTES SIGUEN SIENDO ELEVADAS

La inflación armonizada cayó al 5,5% en diciembre desde el 6,7% del mes anterior, "significativamente" por debajo de la media de la eurozona del 9,2%.

"La caída de la inflación española ha comenzado mucho antes y con más firmeza que en otros países de la eurozona, gracias a una serie de medidas gubernamentales y a un enfriamiento más brusco de la inflación energética", subrayan desde el banco.

Como indican los analistas de ING, la inflación de la electricidad ya pasó a ser negativa en octubre y la del gas también está cayendo bruscamente. Además, el nuevo paquete de 10.000 millones anunciado por el Gobierno a finales de diciembre, que incluye una rebaja del IVA en los alimentos esenciales y una congelación de los alquileres durante seis meses, reducirá aún más la inflación próximamente. "Sin embargo, esto solo supone un alivio temporal, ya que las presiones inflacionistas en el resto de la economía siguen siendo muy elevadas. De hecho, la inflación subyacente se sitúa ahora por encima de la inflación general por primera vez desde principios de 2021", subrayan.

Para 2023, ING proyecta una inflación media del 3,7%. La inflación de los alimentos alcanzó un nuevo máximo histórico del 15,7% interanual en diciembre y es probable que la transmisión de los mayores costes laborales y energéticos a los precios finales de los alimentos continúe en 2023, auguran desde el banco. Además, las exportaciones de fertilizantes se vieron gravemente perturbadas el año pasado por la guerra en Ucrania, lo que también podría afectar a la producción mundial de alimentos este año y provocar un aumento de sus precios. Por otra parte, el límite ibérico de precios del gas también expira a finales de mayo, lo que significa que las centrales eléctricas de gas tendrán que volver a pagar más por las materias primas. "Esto también presionará al alza la tasa de inflación", explica ING.

EL CRECIMIENTO DEL PRECIO DE LA VIVIENDA SE RALENTIZARÁ

La elevada inflación y la fuerte subida de los tipos hipotecarios marcaron el mercado inmobiliario en 2022. Los precios de la vivienda siguieron subiendo con fuerza el año pasado, aunque en el tercer trimestre el crecimiento se ralentizó hasta el 7,6%, frente al 8,0% del trimestre anterior.

En consecuencia, el crecimiento medio de los precios de la vivienda en 2022 se sitúa en torno al 7,8%, mientras que para el conjunto de 2023 los analistas de ING esperan que suban en torno al 1%.

EL MERCADO LABORAL SE DEBILITARÁ

La fuerte caída de los precios de la energía y el enfriamiento de la inflación han provocado un cauto optimismo entre las empresas, que mantendrán intactas sus intenciones de contratación, enfrentándose a la actual escasez de demanda en España. En este contexto, ING espera un debilitamiento del mercado laboral y que la tasa de desempleo aumente ligeramente hasta el 13,1% a finales de 2023.

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