La inflación sigue sin control y se mantiene en máximos históricos. Los precios nunca habían estado tan altos en la zona euro, donde subieron un 8,9% en julio, según los datos confirmados por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. El Índice de Precios de Consumo (IPC) ya se colocó en el 8,6% de junio, mientras que en julio del año pasado era del 2,2%.
Las tasas anuales más bajas se registraron en Francia, Malta (6,8% ambas) y Finlandia (8%). Las tasas anuales más altas se registraron en Estonia (23,2%), Letonia (21,3%) y Lituania (20,9%). En comparación con junio, la inflación anual cayó en seis Estados miembros, se mantuvo estable en tres y aumentó en 18.
La mayor contribución a la tasa de inflación interanual de la eurozona provino de la energía (+4,02 puntos porcentuales), seguida de alimentación, alcohol y tabaco (+2,08), servicios (+1,60) y bienes industriales no energéticos (+1,16).
No obstante, la energía disminuyó hasta el 39,7% desde el 42% de junio. La inflación en alimentos, alcohol y tabaco aumentó al 9,8%, desde el 8,9% en el mes anterior, y los dos principales componentes básicos también avanzaron. La inflación de los bienes no energéticos aumentó 0,2 puntos, hasta el 4,5%, mientras que la inflación de los servicios aumentó hasta el 3,7%, desde el 3,4% de junio.
"De cara al futuro, la inflación energética aún está sujeta a una gran incertidumbre. La tendencia en los precios del petróleo y los efectos de base apuntan a riesgos a la baja, mientras que la posibilidad de un cierre total en los flujos de gas NS1 durante el invierno indica riesgos al alza, a través de una mayor contracción de los precios del gas y la electricidad", comentan los analistas de Pantheon Macroeconomics.
Si se excluye del cálculo el impacto de la energía, la inflación interanual de la eurozona se situó en julio en el 5,4%, frente al 4,9% de junio. Mientras, la tasa de inflación subyacente, que deja fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, crece hasta el récord del 4%.
Por su parte, la inflación anual de la Unión Europea (UE) fue del 9,8% en julio, frente al 9,6 % de junio. Un año antes, la tasa fue del 2,5%.
"Confiamos en que los precios se mantendrán incómodamente elevados durante mucho tiempo", añaden los expertos, destacando que estas cifras "no son bonitas para el Banco Central Europeo (BCE)". Creen que el organismo elevará los tipos de interés en 50 puntos básicos en septiembre, seguido de un alza de 25 puntos en octubre y diciembre. "Después, vemos una pausa a principios de 2023 a medida que el crecimiento se desacelera".
Dado que la inflación "no muestra ningún signo de enfriamiento a corto plazo, esperamos otra subida de tipos de 50 puntos básicos en septiembre por parte del BCE, a pesar del debilitamiento de las perspectivas de crecimiento", apuntan en Oxford Economics. Y comparten la opinión de que el ritmo se desacelerará a 25 puntos en octubre y diciembre, a medida que se haga más evidente el debilitamiento de la economía.
