La inflación en la eurozona se mantuvo en el 1% en agosto en comparación con el mes anterior, según los datos definitivos publicados este miércoles por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat. Mientras, en toda la Unión Europea (UE), la tasa continuó en el 1,4%.
Los precios de la alimentación, alcohol y tabaco registraron el aumento más significativo, con una tasa del 2,1%, dos décimas más que en julio, seguidos de los precios en el sector servicios, dónde la tasa avanzó un 1,3%, una décima más que el mes anterior. Por su parte, los precios de los bienes industriales, excluyendo la energía, subieron un 0,3%, una décima menos, mientras que en el caso de la energía la tasa se situó en el -0,6%, frente al aumento del 0,5% en julio.
El objetivo del BCE es situar la tasa de inflación en el área de la moneda única en un nivel próximo pero inferior al 2%
La inflación interanual subyacente, que excluye el efecto de los precios de energía y alimentos frescos por ser los más volátiles, se situó en el 0,9%, la misma cota que en julio.
La débil tasa de inflación en la eurozona, debida al debilitamiento del comercio internacional y las incertidumbres, unida a los signos de debilitamiento de la economía a largo plazo y los persistentes riesgos a la baja, llevaron al Banco Central Europeo (BCE) a adoptar la semana pasada un nuevo paquete de estímulos para apoyar a la economía de la eurozona. El objetivo del BCE es situar la tasa de inflación en el área de la moneda única en un nivel próximo pero inferior al 2%, pero según sus últimas previsiones esta se situará en el 1,2% al cierre de 2019 y en el 1% en 2020.