La inflación en la zona euro aumentó levemente en junio, hasta situarse en el 0,3%, según los datos preliminares publicados este martes por la oficina de estadística comunitaria Eurostat. Esto supone que se coloca por encima del 0,1% registrado en mayo, un dato que el consenso de mercado esperaba que se mantuviera.
Sin embargo, la tasa sigue situándose más cercana a 0 que al objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de poco menos del 2%. "Ahora no se espera que el BCE alcance su objetivo del 2% durante al menos otros cinco años, y tal vez ni siquiera en una década. Con sectores que se abren lentamente, el gasto del consumidor debería aumentar y podemos ver cierta presión inflacionaria, pero es poco probable que tenga un efecto particularmente notable por algún tiempo", señalan los analistas de Close Brothers AM.
Los responsables políticos de las diferentes economías de la eurozona han advertido sobre los efectos que la pandemia del Covid-19 podría tener en la demanda, incluso señalando un riesgo de caída de los precios si las medidas de apoyo se quedan cortas.
Por zonas, mientras que el Índice de Precios al Consumo (IPC) en Alemania aumentó al 0,8% en junio, los precios cayeron en algunos países de la zona euro, por ejemplo en Chipre, donde estaban un 2,5% por debajo del nivel del año anterior, o Grecia, donde cayeron un 1,7% en comparación con junio de 2019. En España, la tasa de inflación armonizada se ha situado en junio en el -0,3%, seis décimas por encima del dato del mes anterior.
Por productos, el precio de la energía ha registrado una bajada anual del 9,4%, mientras que los alimentos frescos se han encarecido un 5,9%. Por contra, los servicios han registrado una subida del 1,2%. Excluyendo el impacto de la energía, el IPC de la eurozona se ha situado en el 1,3%, una décima menos que en el mes previo, mientras que al dejar fuera también los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, los precios han subido un 0,8% interanual, frente al 0,9% de mayo.