"Esperamos que la inflación general se mantenga cerca de los niveles actuales en los próximos meses, ya que es poco probable que tanto la inflación subyacente como los precios de los alimentos desciendan sustancialmente, moderándose más hacia finales de año", aseguran los analistas de Oxford Economics sobre la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC) de España.
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La inflación sube una décima en enero, al 5,8%, y la subyacente repunta hasta el 7,5%Consideran que "lo más preocupante" de los últimos datos de inflación es que el indicador subyacente siguió aumentando hasta el 7,5%, desde el 7% de diciembre, colocándose en su nivel más elevado desde diciembre de 1986, "lo que sugiere que las presiones sobre los precios se han ampliado", pese a que la inflación general apenas sube una décima en enero, hasta el 5,8%.
Los expertos de ING señalan que "los precios más bajos de la energía y las medidas gubernamentales han traído un alivio temporal a la inflación general". Destacan que el freno en la inflación española "ha comenzado mucho antes y con más firmeza que en otros países de la eurozona, gracias a un mayor enfriamiento de la inflación energética y a un sinfín de medidas gubernamentales".
Entre ellas apuntan al paquete de 10.000 millones de euros que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció a finales del pasado mes de diciembre y en el que se incluye, precisamente, una rebaja del 4% al 0% para el IVA de los alimentos de primera necesidad y del 10 al 5% para el aceite y la pasta. Esto "reducirá aún más la inflación en los próximos meses", pero "las presiones inflacionarias en el resto de la economía siguen siendo muy altas", con lo que coinciden en que, aunque la inflación general "caerá aún más gracias a estos efectos de base favorables para la energía, el ritmo de aumento de los precios de los alimentos tardará algo más en moderarse".
También ven probable que la repercusión de los mayores costes laborales y energéticos en los precios finales de los alimentos continúe en 2023. Además, comentan que las exportaciones de fertilizantes se vieron gravemente afectadas el año pasado por la guerra en Ucrania, "que también podría afectar la producción mundial de alimentos en 2023 y provocar un aumento de los precios".
"Creemos que la presión sobre los ingresos de los hogares seguirá siendo significativa hasta el segundo trimestre, cuando la caída de la inflación, gracias sobre todo a los efectos de base de la energía, ofrezca cierto alivio", afirman, por su parte, en Pantheon Macroeconomics, donde también mencionan a "las nuevas ayudas fiscales -incluido el recorte de los tipos hipotecarios para las rentas más bajas ordenado por el Gobierno, la ampliación del límite de aumento de los alquileres, la reducción de los impuestos sobre los alimentos y un subsidio de 200 euros para las familias con rentas bajas-, que contribuirán a aliviar algunas presiones inflacionistas".