Los precios se suavizan en la zona euro y la inflación vuelve a descender. En enero, el Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó hasta el 8,5%, frente al 9,2% de diciembre, según la estimación preliminar publicada por Eurostat, la oficina estadística comunitaria. No obstante, la inflación subyacente sigue disparada.
Así, excluyendo del cálculo el impacto de la energía, los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente se mantiene en el máximo histórico del 5,2%. Dejando fuera únicamente el impacto de la energía, la tasa sube una décima respecto a diciembre y se coloca en el 7,3%.
En cuanto al IPC general, se modera por tercer mes consecutivo, situándose en su nivel más bajo desde mayo de 2022.
Por componentes, la energía representa la tasa anual más alta en enero (17,2%, frente al 25,5% de diciembre), seguida de los alimentos, el alcohol y el tabaco (14,1%, frente al 13,8% de diciembre), los bienes industriales no energéticos (6,9%, frente al 6,4% de diciembre) y los servicios (4,2%, frente al 4,4% de diciembre).
Por países, España, junto con Luxemburgo, registran las tasas de inflación menos intensas (5,8%), seguidos de Malta (6,7%) y Chipre (6,8%). Por el contrario, los mayores incrementos de precios se dan en Letonia (21,6%), Estonia (18,8%) y Lituania (18,4%). Hasta siete economías de la zona euro presentan tasas de inflación de doble dígito.
Eurostat destaca que los datos preliminares de enero no han contado con las cifras de Alemania "debido a problemas técnicos de procesamiento de datos" que han hecho que "la información correspondiente a enero de 2023 no estuviera disponible a tiempo para su publicación en Alemania". Algo importante a tener en cuenta, ya que el país germano es la principal economía de la región y la de mayor peso.
"Creemos que los datos confirman que la inflación general alcanzó su nivel máximo en el cuarto trimestre del año pasado y seguirá disminuyendo a lo largo de 2023 debido a los efectos de base favorables y a los menores precios del gas y la energía. Además, las intervenciones gubernamentales destinadas a proteger a los hogares del encarecimiento de la factura energética también contribuirán a la desinflación", aseguran los analistas de Oxford Economics.
No obstante, creen que "como la atención del Banco Central Europeo (BCE) se está desviando gradualmente de la medida principal hacia la inflación subyacente, las caídas de la inflación general harán poco por frenar el discurso de línea dura del banco central, al menos a corto plazo". Por lo tanto, calculan que el BCE subirá los tipos de interés 50 puntos básicos este mes y el próximo, "con el riesgo de otra subida de 25 puntos básicos en mayo si las presiones inflacionistas no se moderan como esperamos".
Para los economistas de DWS "es buena señal que la inflación en la zona euro se ralentice. Pero esta variación se ha debido principalmente a la bajada de los precios de la energía. Los precios de los alimentos han seguido subiendo, reforzando la sensación entre los consumidores en particular de que todo es cada vez más caro. Además, aunque la tasa subyacente se mantuvo sin cambios, han seguido aumentando los precios de los bienes de consumo duradero".
En este contexto, esperan una subida de los tipos de interés oficiales de 50 puntos básicos en la reunión del BCE de este jueves, "con la clara perspectiva de que se produzcan nuevas subidas". En opinión de los expertos de Nomura, "existe un riesgo importante de que se produzcan nuevas subidas y de que los precios subyacentes sigan aumentando en febrero y marzo".