La tasa de inflación del Reino Unido subió al 0,7% en los 12 últimos meses hasta marzo, frente al 0,4% de febrero, empujada por el aumento del coste del combustible, el transporte y la ropa. Con todo, el aumento fue ligeramente inferior a las previsiones de los economistas, frenado por el descenso de los precios de los alimentos.
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La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por sus siglas en inglés) dijo que algunos alimentos "de primera necesidad estaban más baratos que al comienzo de la pandemia". La cifra de inflación de marzo habría sido mayor sin la caída de los precios de los alimentos, según este organismo.
Se prevé que la inflación aumente en los próximos meses, debido al aumento de las facturas energéticas domésticas y del precio del petróleo.
El Banco de Inglaterra ha pronosticado que la inflación podría alcanzar el 1,9% a finales de 2021, y otros expertos afirman que superará el 2% antes de finales de año.
