La inflación de Reino Unido de septiembre se dispara hasta el 10,1% frente a la estimación del 10% y el dato previo del 9,9%. La tasa subyacente sube hasta el 6,5% desde el 6,3% y supera las previsiones del 6,4%.
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"La inflación reanudó su ascenso en septiembre, ejerciendo aún más presión sobre los bolsillos de los consumidores, ya de por sí muy ajustados", señala Colin Dyer, experto de abrdn.
"Y con la Cámara de Comercio Británica esperando que la inflación se dispare al 14% durante el próximo trimestre -muy por encima del objetivo del gobierno del 2%-, es hora de que los ahorradores tomen cartas en el asunto si quieren que sus finanzas crezcan", añade este experto.
El dato, que ha escalado hasta una cifra de doble dígito, aumenta la presión sobre el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés), que se reúne a principios del próximo mes (3 de noviembre) para decidir sobre los tipos de interés en un momento convulso en Reino Unido, tras la crisis que ha provocado el plan fiscal del Gobierno de Liz Truss, que ya ha rectificado. De hecho, según los analistas de EY, los "giros fiscales" que se han producido en el país "significan un panorama más incierto para la inflación a largo plazo".
En términos mensuales, los precios al consumo subieron 0,5 puntos porcentuales en septiembre, lo mismo que en agosto.
"El ritmo de subida de los precios subyacentes aún no ha disminuido", destacan por su parte los expertos de Pantheon Macroeconomics, por lo que "el Comité de Política Monetaria del BoE aún está muy lejos de poder cantar victoria". De cara al futuro esperan que la tasa de inflación general "aumente hasta casi el 11% en octubre, debido principalmente al aumento del 27% de los precios de la energía".
Pero la tasa general "debería volver a caer hasta cerca del 9% en el primer trimestre" del próximo ejercicio, y "la inflación subyacente también debería disminuir". Sin embargo, destacan desde la firma británica de análisis, "más allá del primer trimestre las perspectivas de la inflación vuelven a ser muy inciertas".
ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
Por su parte, Victoria Scholar, responsable de inversiones de Interactive Investor, ha dicho que el dato de inflación, más alto de lo esperado, "deja al BoE entre la espada y la pared". Ha tocado "su nivel más alto en 40 años" debido a la contribución del alza de los alimentos, aunque la caída del precio de los carburantes ha tenido un impacto compensatorio a la baja, destaca esta experta.
"Las presiones sobre los precios en la economía británica no cesan en este momento, y la inflación sigue siendo el problema económico más acuciante al que se enfrentan tanto el Banco de Inglaterra como el Gobierno. Si no se estabilizan los precios, la crisis del coste de la vida seguirá lastrando la economía al reducir los presupuestos de los hogares y los márgenes de las empresas", remarca Scholar.
Cree, de hecho que el dato "allana el camino para una nueva y agresiva subida de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra en su próxima reunión", ya que el banco central "pretende frenar la actividad económica para que el nivel de precios vuelva a acercarse a su objetivo del 2%". Sin embargo, "se encuentra entre la espada y la pared al intentar frenar las presiones sobre los precios sin aumentar inadvertidamente el riesgo de recesión".
Para Naeem Aslam, analista de AvaTrade, los datos de inflación "han confirmado que la situación actual de la inflación no solo es asfixiante, sino que está ahogando la economía. Los consumidores están contra las cuerdas y el coste de la vida de la crisis les está afectando mucho", destaca este experto, que incide en que las cifras "no han traído ninguna buena noticia para la economía de Reino Unido, porque ahora las probabilidades de que el Banco de Inglaterra aumente los tipos de forma aún más agresiva son mayores".
