Las presiones inflacionistas récord y la preocupación por el rebrote del Covid-19 han eclipsado un repunte económico más rápido en la zona euro. Según el índice PMI, el crecimiento de la actividad se ha acelerado en noviembre, después de haber caído hasta mínimos de seis meses en octubre.
A juzgar por los datos de la estimación provisional del índice, elaborado por la consultora Markit y publicado este martes, el PMI Compuesto de la Actividad Total de la eurozona aumentó por primera vez en cuatro meses en noviembre, subiendo de 54,2 registrado en octubre a 55,8.
Aunque este resultado indica una mejora del ritmo de crecimiento y permanece por encima de la media a largo plazo del estudio previa a la pandemia de 53, la lectura promedio para el cuarto trimestre hasta la fecha, de 55, es sustancialmente más baja que el promedio de 58,4 observado en el tercer trimestre, lo que sugiere un debilitamiento del crecimiento económico en el último trimestre de 2021.
El repunte fue acompañado de un nuevo marcado incremento de las presiones inflacionistas durante el mes, puesto que los costes soportados por las firmas y los precios medios cobrados tanto por los productos como por los servicios aumentaron a ritmos récord. Pese a que el ritmo de creación de empleo aumentó hasta su segunda tasa más alta en más de 21 años, puesto que las firmas intentaron responder a la creciente demanda, el optimismo respecto de las perspectivas futuras cayó hasta su mínima de diez meses debido a la renovada preocupación por el Covid-19 y los persistentes problemas de abastecimiento.
En el análisis por sectores se observa que el sector servicios arrojó mejores resultados por tercer mes consecutivo, registrando el crecimiento más sólido de la actividad económica en tres meses. La expansión también se aceleró en el sector manufacturero, aunque en ese sector el crecimiento fue el segundo más débil observado en los diecisiete últimos meses. En ambos sectores el crecimiento mejoró gracias a la llegada ligeramente mayor de nuevos pedidos, pese a que en ambos casos los ritmos de crecimiento de la demanda se mantuvieron muy por debajo de los observados en los meses estivales.
En el sector manufacturero el crecimiento fue limitado especialmente por una tercera caída mensual consecutiva de la producción en el sector automotriz. Más positivamente, se observaron expansiones particularmente robustas para los equipos tecnológicos, los alimentos y bebidas, y los artículos domésticos. En el sector servicios, los peores resultados provinieron del subsector de turismo y ocio, donde el crecimiento alcanzó su mínima desde mayo pasado, debido especialmente al número creciente de contagios por el virus.
Por países, el crecimiento se aceleró en Alemania y Francia. La economía francesa fue la que registró la expansión más sólida por segundo mes consecutivo gracias al incremento más marcado de la actividad del sector servicios en casi cuatro años, que contrarrestó una segunda caída mensual consecutiva de la producción manufacturera. Por otra parte, en el resto de la región en su conjunto se registró un crecimiento más rápido de los dos sectores estudiados que los observados en Francia y Alemania. Una vez más se ha observado en Alemania un crecimiento especialmente débil de la producción manufacturera, junto con una moderada expansión del sector servicios, pese a que el ritmo de crecimiento mejoró en ambos sectores respecto del de octubre.
PROBLEMAS DE ABASTECIMIENTO
El débil crecimiento de la producción industrial fue de nuevo ampliamente atribuido a los problemas de abastecimiento. Los plazos de entrega de los proveedores siguieron alargándose a uno de los ritmos más intensos observados en más de dos décadas de historia del estudio, atenuándose apenas modestamente en comparación con octubre, en medio de persistentes dificultades de aprovisionamiento y problemas con el transporte.
Los temores en torno a los problemas de suministro contribuyeron a que las firmas manufactureras intentaran reforzar sus inventarios, por lo que en noviembre se ha observado una acumulación récord de existencias en las unidades de producción por segundo mes consecutivo debido a que las empresas aumentaron sus compras de los insumos disponibles en el mercado.
Pese a que la contratación aumentó tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, generando la segunda mayor creación de empleo registrada en los últimos 21 años, los pedidos pendientes siguieron aumentando a un ritmo elevado, de hecho, al ritmo más alto en tres meses, indicando que persisten las dificultades de aprovisionamiento. Los pedidos pendientes aumentaron con más intensidad en el sector manufacturero, especialmente en Alemania, aunque también crecieron a un ritmo mayor en el sector servicios.
Mientras tanto, la escasez de insumos fue nuevamente señalada como el principal responsable del aumento de los precios de muchos productos y servicios, junto con el alza de los costes del transporte, la subida de los precios de las energías y el aumento de los costes laborales. En consecuencia, en noviembre se ha registrado un aumento récord de los costes de los insumos soportados por las empresas por segundo mes consecutivo, observándose tasas de inflación sin precedentes tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios.
Del mismo modo, la inflación de los precios de venta se aceleró en los dos sectores estudiados al ritmo más acelerado de más de dos décadas de historia comparable del estudio, mientras las empresas intentaron repercutir el aumento de sus costes a los clientes, notablemente en Alemania.
Por último, las expectativas respecto de la actividad empresarial futura se han deteriorado hasta su mínima desde enero pasado. La persistente preocupación por los problemas en las cadenas de suministro fue exacerbada por la inquietud creciente en torno al impacto de nuevas olas de Covid-19, que ha ensombrecido las perspectivas futuras, especialmente en el sector servicios. En el sector manufacturero, el optimismo mejoró frente a su mínima en doce meses registrada en octubre, pese a seguir limitada por la preocupación por el abastecimiento y los precios.
PERSPECTIVAS PESIMISTAS
Desde Markit apuntan que "una expansión más sólida de la actividad total en noviembre contravino las expectativas de los economistas de que se produciría una desaceleración, pero probablemente no logre impedir que la zona euro sufra un crecimiento más lento en el cuarto trimestre, especialmente porque se espera que el creciente número de contagios por el virus cause nuevos desafíos para la economía en diciembre".
"El sector manufacturero sigue maniatado por los retrasos en la entrega de suministros, que restringen el crecimiento de la producción industrial hasta uno de los niveles más bajos observados desde los primeros confinamientos en 2020. Mientras tanto, la mejora en los resultados del sector servicios puede ser desalentadoramente breve si surge la necesidad de imponer nuevas restricciones para intentar detener los contagios por el virus. El sector de viajes y ocio ya ha sufrido un deterioro intenso desde el verano", añaden.
También señalan que, "como los retrasos en el suministro siguen rondando sus máximas récord y los precios de las energías siguen aumentando intensamente, la presión alcista en los precios se ha incrementado muy por encima de cualquier otro nivel observado anteriormente en la historia del estudio". "No es de sorprender, dada la combinación de los retrasos en el suministro, los intensos aumentos de los costes y la renovada preocupación por el Covid-19, que el optimismo se haya desplomado hasta su mínima desde enero de este año, aumentando los riesgos a la baja a corto plazo para la economía de la zona euro", opinan.
Por su parte, los analistas de Oxford Economics consideran que los datos del PMI de noviembre "sorprendieron al alza en la eurozona, Francia y Alemania". "Estas lecturas son una sorpresa dada la moderación de la actividad observada en los últimos meses después de que el efecto de rebote inicial posterior a la crisis comenzara a desvanecerse, así como los cuellos de botella persistentes en la cadena de suministro".
Sin embargo, con el aumento de casos en algunos países de la eurozona, creen que "las perspectivas a corto plazo se están volviendo rápidamente más pesimistas a medida que aumentan los riesgos de otra ola peligrosa de coronavirus. Es probable que se produzca un deterioro de la confianza en diciembre. Si bien la mayoría de los países deberían ver que se imponen nuevas restricciones en los márgenes, los países con bajas tasas de vacunación, como hemos visto en Austria, corren el riesgo de requerir medidas más estrictas".