Las presiones inflacionistas continúan en niveles elevados en Estados Unidos. El deflactor de consumo privado PCE en septiembre se ha mantenido en el 6,2% en tasa interanual, una cifra que ha empeorado lo anticipado por el consenso, que estimaba una bajada hasta el 5,8%. El índice ha sido publicado este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Comercio estadounidense.
Con respecto al mismo mes del año anterior, el índice PCE refleja un aumento de los precios de los bienes (8,1%) y de los servicios (5,3%). Los precios de los alimentos se incrementaron en un 11,9% y los precios de la energía en un 20,3%.
La medida de inflación preferida de la Reserva Federal (Fed) para determinar la evolución de los precios ha subido un 0,3% en septiembre, igual que en agosto, y por debajo del dato anticipado por el mercado (0,5%). Con respecto al mes anterior, los precios de los servicios aumentaron un 0,6% (liderados por los servicios de vivienda y transporte). Los precios de los alimentos también subieron un 0,6%, mientras que los precios de la energía disminuyeron un 2,4%.
En cuanto al índice de precios subyacente de consumo personal, que excluye los precios de la energía y los alimentos no elaborados, en septiembre ha aumentado hasta el 5,1% desde el 4,9% del mes anterior, aunque se ha situado ligeramente por debajo de lo pronosticado (5,2%). La evolución mensual de ese indicador se ha mantenido en el 0,5%, en línea con lo esperado.
En lo relacionado con los ingresos personales en EEUU, durante el mes de septiembre se han mantenido en el 0,4% frente al 0,3% pronosticado por el mercado. Los gastos personales, por su parte, también se han vuelto a situar en el 0,6% en comparación con el 0,4% anticipado.
"Los datos de inflación fueron mixtos, ya que la inflación PCE general se mantuvo en 6,2%, pero la inflación subyacente ha subido hasta 5,1%, cerca de un máximo de varias décadas. La inflación es demasiado alta para la Reserva Federal y creemos que el escenario está listo para otra subida de tipos de 75 puntos básicos en noviembre, seguida de un aumento de 50 pb en diciembre", destacan desde Oxford Economics.
En cuanto al gasto de los consumidores, el lento crecimiento en el segundo semestre será seguido por "un recorte en los desembolsos en el primer semestre de 2023, ya que la contratación más suave y el crecimiento de los salarios pesan sobre los ingresos y los ahorros relacionados con la pandemia se reducen. Las líneas de crédito han impulsado el gasto, pero esa tendencia no persistirá a medida que la economía se debilite. Las tasas de interés relativamente altas también supondrán un lastre, ya que pesan sobre los componentes del gasto sensibles a las tasas de interés, a saber, los bienes duraderos", indican en la firma británica.
Los expertos de Pantheon Macroeconomics, por su parte, valoran que "los datos personales de ingresos, gastos y deflactor son consistentes con los datos del PIB del tercer trimestre, aunque es razonable esperar una mayor desaceleración en los próximos trimestres".