El deflactor de consumo privado PCE en Estados Unidos se ha mantenido en abril en el 2,7% en tasa interanual, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Comercio estadounidense. En cuanto a la inflación subyacente, ha continuado también en el 2,8%, sin cambios desde el mes anterior. Ambos índices se han ubicado en línea con lo esperado por el consenso de analistas.
En términos mensuales, la tasa general ha vuelto aumentar un 0,3%, por lo que mantiene el ritmo de crecimiento del mes anterior e iguala las previsiones de consenso. El indicador subyacente ha avanzado menos de los anticipado en abril, un 0,2%, mientras que las previsiones apuntaban a un 0,3%.
Los bienes se encarecieron un 0,2% en el cuarto mes del año, mientras que el coste de los servicios creció un 0,3%. En la comparativa interanual, se ha registrado un incremento del 0,1% para los bienes y del 3,9% en el caso de los servicios. Por su parte, la energía se encareció de media un 1,2% en el mes y un 3% a lo largo del último año.
Además, los ingresos personales subieron un 0,3% (65.300 millones de dólares) en abril, y los ingresos personales disponibles aumentaron un 0,2% (40.200 millones). Por su parte, los gastos de consumo personal treparon un 0,2% (39.100 millones).
Michael Brown, estratega de investigación sénior en Pepperstone, destaca que "las cifras del PCE básico de esta tarde supondrán un nuevo alivio bienvenido para el FOMC, ya que el aumento mensual más lento de este año ayudará a consolidar aún más el accidentado camino desinflacionario que sigue transitando la economía estadounidense".
"Sin embargo, un dato prometedor del PCE no proporcionará a los responsables de las políticas la 'confianza' necesaria que siguen buscando para aplicar el primer recorte de tipos, que sigue siendo probable a principios de otoño, siempre que esos datos continúen mostrando que las presiones sobre los precios se están enfriando en los próximos trimestres", concluye.
Los analistas de Oxford Economics aseguran que "el tono más débil de los datos de gasto y de inflación PCE de abril es el primero de una serie de informes más suaves necesarios para que la Reserva Federal comience a recortar las tasas de interés a finales de este año".
"A falta de cuatro informes de inflación más desde ahora hasta la reunión del FOMC de septiembre, seguimos pensando que hay muchas posibilidades de que la Reserva Federal recorte los tipos en esa reunión. Eso contrasta con los precios de mercado, que ahora sugieren que el primer recorte se producirá en diciembre", concluyen.