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Todavía es demasiado pronto para concluir que se ha alcanzado el pico del alza de los precios. Al menos en la zona euro, después de que Eurostat confirmara que en octubre la inflación tocó máximos históricos al alcanzar el 10,6%. Y esto, según apuntan los analistas, deja poco margen de maniobra al Banco Central Europeo (BCE), que se queda con pocos motivos para incitarlo a relajar su política.

"Los datos de inflación de octubre brindan pocas razones para complacer al BCE o incitarlo a revisar su tendencia agresiva", dicen los analistas de Oxford Economics. "El desfase del BCE con la Reserva Federal de EEUU (Fed), la persistencia de la inflación en la zona euro y la defensa de la moneda son argumentos a favor de seguir subiendo los tipos", apuntan los de Natixis IM. Mientras, en eToro creen que las cifras "hacen temer que estamos aún lejos de ver una relajación de la política monetaria, es decir, el BCE va a tener que seguir subiendo los tipos de interés, y quizás de forma más fuerte de lo que los mercados descuentan actualmente".

A pesar de la calma en los precios del gas y la electricidad provocada por una fuerte reducción de la demanda a raíz de las condiciones climáticas más cálidas y de la plenitud de las reservas de gas, "todavía es demasiado pronto para concluir que se ha alcanzado el pico de inflación". "Las cifras de octubre muestran un aumento de la inflación en todos los países de la zona euro. Salvo en el caso de España, no muestra indicios de remitir en un contexto de ya fuertes presiones sobre los precios", añaden en Natixis IM.

Y es que la situación por países ofrece un desglose con una variación sustancial. Las tasas de inflación anual disminuyeron en ocho de los 19 estados miembros de la eurozona y se mantuvieron estables en otros tres. Las caídas más notables ocurrieron en España y Países Bajos, mientras destacan los fuertes repuntes en Francia y especialmente en Italia, lo que modera el optimismo. "La dinámica de inflación heterogénea entre países, a menudo sesgada por la variedad de intervenciones fiscales nacionales para limitar el aumento de los precios de la energía, plantea un desafío difícil para el BCE a la hora de establecer la política monetaria para todo el bloque", comentan en Oxford Economics.

"El tamaño de la subida de diciembre del BCE es una moneda al aire, probablemente dependiendo de los datos de inflación de noviembre", creen los expertos de Pantheon Macroeconomics. Sus previsiones se encaminan a que los aumentos serán más suaves, con una subida de 50 puntos básicos en la próxima reunión. "Creemos que el banco también anunciará en diciembre que va a comenzar un ajuste cuantitativo el próximo año, probablemente en marzo, cuando esperamos que suba los tipos por última vez en este ciclo, al 2,5%".

De cara al futuro, estiman que la inflación de la eurozona "ha alcanzado su punto máximo, pero seguirá siendo elevada durante algún tiempo". "Todos los indicios apuntan a una caída de la inflación energética en los próximos meses", sin embargo, dudan de que la reciente caída en los precios del gas se sostenga, por lo que "aún podrían ocurrir más sorpresas desagradables". Prevén que la inflación caerá solo gradualmente y esperan que se mantenga por encima del 4% hasta mediados del próximo año.

Una visión de la que discrepan en parte desde Oxford Economics, que ven que no será hasta el cuarto trimestre cuando la inflación alcance su punto máximo. Pero el camino a la baja será largo y difícil. "La disminución será gradual y la inflación general no caerá por debajo del 2% antes del cuarto trimestre del próximo año. Además, esto está sujeto a un riesgo sustancial en el frente del precio de la energía, ya que los mercados energéticos siguen siendo volátiles", matizan. En Natixis IM anticipan que la inflación cerrará en 2022 en el 8,2% y se situará en el 4,4% en 2023.

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