La inflación de la zona euro continúa sumando récord. En septiembre, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanzó el 9,9%, según los datos confirmados por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria, que había avanzado una primera estimación del 10%. Supone, no obstante, que los precios se aceleraron ocho décimas en comparación con agosto, cuando la inflación se situó en el 8,1%.
En toda la Unión Europea (UE), los precios suben hasta el 10,9% en septiembre, frente al 10,1% de agosto.
Hay que recordar que un año antes, la tasa de inflación se colocaba en el 3,4% en la zona euro y en el 3,6% en la UE.
De esta manera, la inflación se coloca casi cinco veces por encima del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) al final del tercer trimestre, con lo que una subida de los tipos de interés de 75 puntos básicos la próxima semana "parece una apuesta segura", dicen los analistas de Pantheon Macroeconomics, que creen que las subidas continuarán, "al menos hasta el primer trimestre del próximo año".
Eso sí, ven que el ritmo de endurecimiento disminuirá. "Esperamos un aumento de 75 puntos básicos la próxima semana, seguido de un aumento de 50 puntos básicos en diciembre y de 25 puntos básicos en cada una de las reuniones del BCE en febrero y marzo".
Por componentes, la mayor contribución a la tasa de inflación anual de la eurozona provino de la energía, que se mantiene como el principal impulsor al crecer un 40,7% en comparación con el alza del 38,6% de agosto. Por detrás se colocan la alimentación, alcohol y tabaco, los servicios y los bienes industriales no energéticos. En concreto, el precio de los alimentos frescos subió un 12,7%, mientras que los servicios se elevaron un 4,3% y los bienes industriales no energéticos se aceleraron al 5,6%.
La inflación subyacente también tocó máximos, al alcanzar el 4,8% en el noveno mes del año, lo que supone cinco décimas por encima de agosto. Por su parte, la inflación interanual de la eurozona se situó en el 6,4% en septiembre, frente al 5,8% de agosto si se excluye del cálculo únicamente el impacto de la energía.
Por países, las tasas anuales más bajas se registraron en Francia (6,2%), Malta (7,4%) y Finlandia (8,4%), mientras que las más altas están en Estonia (24,1%), Lituania (22,5%) y Letonia (22%). En comparación con agosto, la inflación anual cayó en seis Estados miembros, se mantuvo estable en uno y aumentó en 20.
En España, en septiembre, el IPC disminuyó hasta el 8,9%, lo que supone que recortó su tasa interanual en 1,6 puntos, más de lo previsto, y la inflación subyacente también desciende, hasta el 6,2%, tras 14 meses sin parar de subir.
"Para empeorar las cosas al BCE, hay una dispersión históricamente alta dentro de los países de la eurozona, con tasas de inflación que varían del 20% entre los países bálticos y alrededor del 6% en Francia", destacan en Oxford Economics. Esperan que la inflación se mantenga "extremadamente alta" en el cuarto trimestre. "Si bien el clima inusualmente cálido de las últimas semanas en Europa está presionando a la baja los precios de la energía, esperamos que la inflación subyacente y la de los alimentos aumenten aún más".