El Índice de Precios al Consumo (IPC) de EEUU se mantuvo estable en octubre, continuando una tendencia a la baja, mientras la inflación se mantiene moderada en medio de la recesión provocada por el Covid-19.
En concreto, según los datos publicados este jueves por el Departamento de Trabajo estadounidense, el IPC se mantuvo sin cambios el mes pasado, desacelerándose desde un aumento del 0,2% en septiembre. Los precios subyacentes se mantuvieron sin cambios frente a las expectativas de los economistas de un aumento del 0,2%, la misma cifra que habían aumentado en septiembre.
"A medida que la escasez de oferta se resuelve lentamente, la lenta demanda mantendrá a raya la inflación", señalan los analistas de Oxford Economics. Añaden que un retroceso del 5% en los precios de la gasolina ayudó a mantener a raya las presiones inflacionarias generales, mientras los precios de la electricidad se vieron compensados por un aumento del 1,2%.
Por su parte, desde Pantheon Macroeconomics destacan que "parece poco probable que la inflación subyacente reviva hasta que termine la pandemia". Creen que "es razonable esperar que la inflación subyacente se mantenga cercana al 1,6% durante los próximos meses".